Adolfo Macías Villamar, más conocido como alias Fito y líder de la organización criminal Los Choneros, aceptó este viernes 11 de julio ser extraditado a Estados Unidos. La decisión se tomó durante una audiencia telemática presidida por José Suing, presidente de la Corte Nacional de Justicia (CNJ).
Durante la diligencia, el juez consultó a Macías si conocía los motivos de la solicitud presentada por la justicia estadounidense, a lo que Fito respondió afirmativamente. Finalmente, expresó de manera directa su voluntad de acogerse a la extradición solicitada por el país norteamericano.
Un proceso de extradición simplificada
Con la aceptación voluntaria de alias Fito, el proceso continuará bajo la figura de extradición simplificada, que permite reducir los tiempos y los trámites habituales. Este mecanismo está regulado por el Manual de Extradición. El cual está vigente en la CNJ y contempla la intervención de autoridades judiciales y diplomáticas de Ecuador y Estados Unidos.
“Cuando el requerido manifiesta su voluntad para ser extraditado, se procede con la extradición simplificada, previo un análisis detallado de los requisitos y respetando los principios que garantizan el debido proceso”, explica el documento oficial.
Aunque no se ha especificado un plazo exacto, por tratarse de un proceso simplificado, se prevé que la extradición de alias Fito pueda concretarse en un periodo relativamente corto, siempre que se cumplan las etapas administrativas y diplomáticas restantes.
Los cargos que enfrenta alias Fito en Estados Unidos
La solicitud de extradición proviene del fiscal del Distrito Oeste de Nueva York, Joseph Nocella. Él acusa a Macías Villamar de delitos graves relacionados con el narcotráfico internacional y el tráfico de armas.
Según la acusación, Fito enfrenta cargos por:
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Conspiración para la distribución internacional de cocaína.
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Uso de armas de fuego para promover actividades de narcotráfico.
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Contrabando de armas de fuego desde Estados Unidos hacia Ecuador.
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Conspiración para adquirir armas mediante testaferros.
Estos delitos forman parte de una investigación que vincula a la organización Los Choneros con redes internacionales de narcotráfico y tráfico de armamento.
Alias Fito, una figura clave del crimen organizado
Adolfo Macías Villamar, alias Fito, es una figura considerada como los principales cabecillas del crimen organizado en Ecuador. Su nombre ha estado vinculado a múltiples delitos, desde narcotráfico hasta extorsión, homicidios y actos violentos que han afectado a distintas provincias del país.
En enero de este año, su fuga de la cárcel Regional de Guayaquil generó una crisis de seguridad nacional. Misma que derivó en la declaración de conflicto armado interno por parte del Gobierno y el despliegue de operativos militares en las principales cárceles.
Aunque posteriormente se reportó su recaptura en operativos policiales, la extradición solicitada por Estados Unidos reconfigura el panorama judicial que enfrenta.
Un paso clave en la cooperación judicial
El inicio de este proceso de extradición es un paso importante dentro de la cooperación entre Ecuador y Estados Unidos para combatir el narcotráfico transnacional.
Desde hace años, agencias estadounidenses como la DEA y el Departamento de Justicia han colaborado con autoridades ecuatorianas en el intercambio de información e investigaciones sobre las rutas y redes del crimen organizado que operan en ambos países.
La eventual extradición de Fito representaría un avance en esa estrategia conjunta. Y podría aportar información clave para desarticular otras estructuras criminales vinculadas a Los Choneros.
Próximos pasos en el proceso de alias Fito
Tras la aceptación de alias Fito, corresponderá a la Cancillería ecuatoriana, en coordinación con la Corte Nacional de Justicia y autoridades de Estados Unidos, concretar los detalles logísticos y administrativos del traslado.
De cumplirse los plazos previstos para la extradición simplificada, se espera que Fito sea enviado a territorio estadounidense para enfrentar los cargos en su contra y responder ante la justicia federal.
Mientras tanto, el caso sigue generando gran expectativa por las implicaciones que podría tener para el futuro de la organización criminal que lideró durante años y para el combate al crimen organizado en Ecuador.
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