Los apagones impiden preservar la cadena de frío de los alimentos, y comerciantes y amas de casa ya reportan pérdidas.
María Briones desechó dos bandejas de pollo, pues la puso a descongelar y con los apagones se dañaron.
“La carne estaba ‘babosa’ y el olor era diferente, así que decidí abrir un atún que es más seguro”, indicó.
Es que la cadena de frío se pierde por los apagones por los largos periodos sin energía eléctrica, que llegan hasta las 4 horas y el producto se daña.
Carlos Vinces, vicedecano de la carrera de Ingeniería de Alimentos de la UTM, explicó que si no se guarda la cadena de frío desde el empaque, el transporte y el almacenamiento, se corren riesgos.
“Hay que considerar la asepsia por la carga bacteriana del producto y la temperatura no está controlada: las proteínas se dañan, los lácteos tienen una descomposición más rápida, en especial si se está abriendo la refrigeradora”, explicó.
Recomiendan los expertos
Recomendó que se compre lo que se va a consumir en el día.
El ingeniero químico Alfredo Sánchez señaló que hay que tener cuidado con las carnes y con los lácteos, estando atentos a cambo, como que la carne empiece a sangrar o cambie de color (verde, morada, amarilla), de olor y de textura.
Dijo que el pescado es más perecible.
Alertó de que con hortalizas como la col y lechuga, que se producen a nivel del suelo, hay que tener mucho cuidado.
La papa, cebolla y plátano pueden permanecer al ambiente, en un lugar fresco.
Kléber Morales, quien compra los vegetales y las hortalizas en el mercado de San Pablo y las carnes en en el mercado central, dijo que ahora adquiere lo que necesita al día.
Lorena Quiroz llegó al mercado central a comprar presas de pollo.
“Antes compraba un pollo para la semana -para dos personas-, ahora compro un poquito para que no se me dañe, ya he perdido legumbres”, contó.
Pérdidas por los apagones
El comerciante de pollo José Menéndez dijo que los apagones los han afectado, porque la gente solo lleva la mitad o menos de lo que compraba y ha perdido producto.
Andy Bermello, quien vende carne, señaló que el producto se deteriora.
El miércoles al mediodía, solo había vendido tres libras, cuando antes llegaba a 200 por día.
Guarda la carne en congeladores.
Iván Sánchez, comerciante de mariscos, también se queja de las ventas y asegura que cayeron un 40 %.
De lunes a jueves se anuncian cortes de hasta cuatro horas seguidas entre las 00h00 a 08h00 y de dos horas seguidas entre las 18h00 y 22h00.
Cada sector tiene horarios diferentes, en ese espacio de tiempo.