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Con la decisión de que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) sea el que, desde Quito, contrate la construcción de la Plaza San Gregorio, se comete el mismo error del pasado.

Es decir, que la obra se ejecute al ritmo del contratista y no de la institución responsable. Lo que ocurrió con el Palacio Municipal de Portoviejo es un ejemplo de lo que podría pasar.

La obra (contratada por el MTOP) superó los plazos y quedó inconclusa, por lo que, a la final, el Municipio tuvo que hacerse cargo de su terminación.

Igual pasó con el Palacio de Justicia de Portoviejo, que todavía no tiene visos de terminación. Podría parecer coincidencia, pero los tres edificios sufrieron daños en el terremoto del 16 de abril del 2016.

“Las obras quedan rezagadas por los trámites y la demora en las obras”.

Sus reconstrucciones han estado rezagadas por los trámites y, como se señaló antes, por la demora en las obras. La centralización de los contratos pone en riesgo el adecuado flujo de trabajo en las obra debido a la falta de un seguimiento directo y dedicado.

Lo recomendable es que los recursos se asignen a un organismo local que se encargue de contratar la obra y la fiscalización. Que advierta a tiempo la disminución del ritmo y que esté en capacidad de exigir el avance.

Desde luego, desde Quito se tiene que hacer el seguimiento, en función de los informes de la institución responsable. En el caso del Palacio Municipal, el MTOP.

Editorial de El DiarioPublicado el 23 de octubre del 2024 en nuestra edición impresa.