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Ocho sicarios se bajaron de dos vehículos y dispararon 130 veces para asesinar a los hermanos Marlon y Javier Mero Patiño, de 21 y 30 años, respectivamente.

Este ataque armado se registró a las 17h50 de ayer, en la calle 21 de Noviembre y avenida 295, en el barrio Las Cumbres.

La Policía brindó este viernes, 22 de noviembre, una rueda de prensa en la que detalló que los hermanos asesinados no registraban antecedentes.

Sin embargo, el dueño de la casa de donde salían al momento del ataque, sí tiene antecedentes penales por un delito de asesinato ocurrido en el 2015, pero cuya pena ya había terminado, se detalló.

De allí que se investiga la causa del ataque. “Será la investigación que determinará a qué banda pertenecían las víctimas y los atacantes” dijo Fabary Montalvo, jefe de la Policía de Manabí. 

Los videos del asesinato de los hermanos Marlon Iván (21) y Javier José Mero Patiño (30) fueron difundidos a través de las redes sociales la misma tarde del atentado.

En las imágenes se observa a los hermanos salir de una casa y subirse a una camioneta, cuando sujetos en dos vehículos los abordaron.

De los dos vehículos se bajaron los ocho sujetos, y con fusiles dispararon por 130 ocasiones.

Los cuerpos de los dos hermanos quedaron sin vida dentro de la camioneta.

Otro vehículo que estaba cerca del lugar también recibió disparos. En este carro no habían personas.

Presenció el crimen de los hermanos

Un testigo que estuvo cerca del lugar dijo que al principio pensaban que eran juegos pirotécnicos, pero al observar lo que sucedía en este sector se escondió detrás de un arbusto, hasta esperar que los asesinos se fueran del sitio.

Después del doble crimen se dio un operativo, sin embargo, la Policía solo encontró las armas y los uniformes similares a los del GIR que usaron los sicarios en el atentado.

En la casa se halló cinco fusiles Ak-47 calibre 762, dos fusiles M-4, una pistola calibre nueve milímetros, cajas de municiones, ocho chalecos similares a los de la Policía, cascos, pasamontañas y seis pares de botas.

En la casa también había tres vehículos, entre ellos una de las camionetas usadas en el doble crimen, que estaban reportadas como robadas en Ibarra y Quito, pero los sicarios ya no estaban.

Solo habían dejado los uniformes, las armas y los carros.