La terminal terrestre de Santo Domingo de los Tsáchilas se ha convertido en un blanco fácil para el cometimiento de actos delictivos.
La central de buses de la terminal de Santo Domingo tiene niveles de seguridad bajos, según ha informado la Policía.
Esto la ha convertido en “permeable” tanto para las bandas que se dedican al robo en carreteras, como para los que viven de la extorsión.
Esto ha quedado demostrado en reiterados episodios que se intensificaron en el último trimestre de este año.
Uno de ellos se registró la noche del jueves 30 de noviembre.
Esa noche dos buses de igual número de cooperativas de transporte interprovincial fueron baleados por vacunadores.
Cometimiento de varios delitos
Esa noche, el personal policial que llegó a la terminal de Santo Domingo determinó que a la terminal entra el que quiere y eso la ha vuelto peligroso.
La inseguridad que se vive a bordo de las unidades de transporte en las carreteras también tendría que ver con la escasa custodia.
Así lo denunciaron los pasajeros de un micro que fue asaltado cerca del sector Tinalandia, en la vía Santo Domingo-Alóag. El hecho ocurrió la noche del 10 de noviembre.
De acuerdo con los testimonios de los perjudicados los asaltantes salieron “boleteados” desde la terminal terrestre.
Héctor Fiallo, gerente de la Empresa Pública Municipal de Tránsito (EPMT), entidad que administra la estación de buses se pronunció.
El funcionario señaló que tienen en marcha un plan de blindaje a través del cierre de accesos.
Otra de las medidas adoptadas en este espacio municipal tras los recientes ataques ha sido el incremento de rondas por parte de la Policía Nacional.
“Por las noches en la playa de estacionamientos se parquea la unidad móvil (Umac) de la Policía”, dijo.
Los concesionarios de la terminal tienen activo un botón de ‘pánico’.
Paralelamente, dijo, las 70 cámaras de seguridad instaladas en este espacio están conectadas a un centro de monitoreo.
Hace dos semanas se estableció que todas las cooperativas deben entregar las hojas de vida de sus empleados para ser revisadas.
La implementación de arcos detectores de metales aún es una tarea pendiente como también la contratación de una consultoría para mejorar la seguridad del sitio.