La Embajada de Estados Unidos en Ecuador ha anunciado la cancelación de todas las citas para asuntos consulares en sus instalaciones y el Consulado de Guayaquil.
Esto debido a la situación en el país, tras la muerte de trece personas en incidentes violentos en el marco del “conflicto armado interno” declarado por el Gobierno ecuatoriano.
“Debido a la situación emergente en Ecuador, todas las citas para solicitar visas, pasaportes y otras citas consulares en la Embajada de Estados Unidos en Quito y el Consulado de Guayaquil, para el miércoles 10 de enero de 2024, están canceladas y se las reprogramará para una fecha posterior”, ha dicho la Embajada en un comunicado en su página web.
Así, ha explicado que “todos los solicitantes de servicios consulares con una cita programada para el 10 de enero serán contactados por correo electrónico con una nueva fecha de entrevista”. “Actualizaremos la información de atención en nuestro sitio web oficial de la Embajada y el Consulado de Estados Unidos y en los canales de redes sociales”, ha remachado.
Asuntos consulares
Poco antes, el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Brian Nichols, había mostrado la disposición de Washington a “brindar asistencia el Gobierno ecuatoriano”. “Permaneceremos en estrecho contacto con el equipo de Noboa respecto a nuestro apoyo”, señaló, después de mostrarse “extremadamente preocupado por la violencia y los secuestros“.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó el lunes el estado de excepción para permitir a los mandos policiales y militares intervenir las cárceles tras asegurar que el país vive “una crisis de seguridad penitenciaria”, después de que las autoridades confirmaran la evasión de ‘Fito’ de la cárcel Regional Guayas, en Guayaquil, una de las implicadas en la reciente ola de violencia e inestabilidad dentro de los presidios ecuatorianos.
Durante las últimas horas, el comandante de las Fuerzas Armadas de Ecuador, el almirante Jaime Vela, ha advertido de que los grupos armados que aparecen en el decreto que declara “la existencia de un conflicto armado interno” por la violencia desencadenada serán a partir de ahora un “objetivo militar”.
“Ningún acto de terror nos hará claudicar. No vamos a retroceder ni a negociar. El bien, la justicia y el orden no pueden pedirle permiso ni agachar la cabeza ante los terroristas”, ha declarado, antes de destacar que los sucesos de las últimas horas “son la muestra de que las acciones y decisiones emprendidas por el Gobierno nacional afectan gravemente a las estructuras criminales”, ya que, como respuesta, han “desatado” una ola de violencia “para atemorizar” a la población.