La Asamblea Nacional aprobó por unanimidad, una ley que protege los derechos de las trabajadoras y trabajadores domésticos. Con ello se garantiza estabilidad laboral, seguridad social y mecanismos de denuncia contra abusos. La normativa busca dignificar el aporte de este sector a la sociedad ecuatoriana. Esa la impulsó la legisladora Johanna Ortiz y recibió el respaldo de la Unión Nacional de Trabajadoras Remuneradas del Hogar,
Viviana Veloz, presidenta de la Asamblea, agradeció a los legisladores por respaldar una reforma que fortalece el Código de Trabajo. La ley establece derechos fundamentales como afiliación a la seguridad social, pago del sueldo básico, remuneración por horas extras y condiciones dignas. También se incluyó acceso a una habitación adecuada y alimentación. Además, introduce mecanismos para denunciar vulneraciones laborales.
Derechos para los trabajadores y trabajadoras domésticas
Johanna Ortiz, proponente del proyecto, subrayó que la ley responde a las demandas de las trabajadoras y trabajadores domésticos. Ellos participaron activamente en su elaboración. “Esta reforma es un paso crucial para mejorar las condiciones laborales. También para reconocer el valor del trabajo remunerado del hogar”, afirmó. La iniciativa, surgida desde la Unión Nacional de Trabajadoras Remuneradas del Hogar. Aquello refleja un esfuerzo colectivo para proteger a este grupo, compuesto mayoritariamente por mujeres.
La asambleísta María Teresa Pasquel enfatizó la necesidad de prevenir abusos en las relaciones laborales entre empleadores y empleados domésticos. “Esta ley reconoce todas las actividades que conforman el trabajo del hogar y establece un marco para evitar distorsiones”, señaló. Por su parte, Luzmila Abad destacó las vulneraciones históricas sufridas por el sector. Entre ellos, citó la falta de acceso a derechos básicos, y abogó por disposiciones claras que garanticen dignidad, seguridad social y respeto.
Buscan dignificar el trabajo doméstico
Jahiren Noriega, otra de las legisladoras involucradas, presentó observaciones técnicas al articulado, asegurando que la normativa sea precisa y aplicable. La ley incluye una disposición general, cuatro transitorias y una final, abordando temas como la igualdad de género y el acceso universal a la seguridad social. Entre sus objetivos está dignificar la labor de los y las trabajadoras y trabajadores domésticos.
Este sector, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), representa aproximadamente el 5% de la población ocupada en Ecuador. En su mayoría son mujeres en condiciones de precariedad.
El trabajo doméstico remunerado en Ecuador ha enfrentado desafíos históricos, como salarios bajos, jornadas extenuantes y falta de protección legal. La nueva ley se suma a esfuerzos previos, como la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2013. Este promueve condiciones dignas para los trabajadores domésticos. Sin embargo, su implementación ha sido lenta, y esta reforma busca cerrar brechas persistentes.
Piden estar vigilantes a que se cumpla lo dispuesto
La aprobación de la ley número 58 del Parlamento ecuatoriano refleja un avance en la protección de derechos laborales y la promoción de la igualdad de género. La normativa entrará en vigor tras su publicación en el Registro Oficial. Se espera que el Ministerio de Trabajo supervise su cumplimiento. Organizaciones de trabajadoras y trabajadores domésticos, como la Unión Nacional, han celebrado la decisión. No obstante también han llamado a vigilar su aplicación efectiva en todo el país.
Este hito legislativo posiciona a Ecuador como un referente en la región en la protección de los derechos de los trabajadores domésticos. A medida que la ley se implemente, se espera que beneficie a miles de personas, fortaleciendo la justicia laboral y el reconocimiento de un sector esencial para la sociedad.