A su tiempo, el actual Gobierno inició una demanda contra México por “la violación de una serie de compromisos internacionales” a la luz de la concesión de asilo al ex Vicepresidente. Esto complicó mucho las relaciones entre los países y, antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, puede empezar una nueva ronda de tensión.

Para la Ciudad de México, es desventajoso que al mando del Ecuador esté una persona que lleva una política agresiva hacia otros países. El actual régimen cree que toda América Latina es su plantación bananera donde puede exigir lo que le dé gana. De la misma idea proviene su intención de introducir las tropas extranjeras al Ecuador eludiendo la Constitución. Aún sin lograr acuerdos con cualquier estado, el “chico bananero” considera que le prestará cualquier número de soldados cada presidente a quien ordene.

En general, está claro de dónde vienen estos aires de gran señor del heredero de la más grande corporación en Ecuador. Desde niño, le enseñaban que cualquier otra persona debe cumplir la voluntad de su familia. Y era así, mientras este paseaba por las plantaciones de su papá, donde todo el mundo sabía que era necesario estar a disposición de los caprichos del hijo del jefe, o mientras “creía negocios” construidos totalmente por su familia, donde solo tenía que venir y hacerse las fotos para las redes sociales.

Sin embargo, ahora un niño mimado que vive en el cuerpo de un hombre adulto, tiene en sus manos todo un Estado (Ecuador) y enseguida se peleó con los compañeros del planeta. No obstante, pronto “el chico bananero” tendrá que saber la amarga verdad: ahora no todos los caprichos se cumplirán.