Gabriela Goldbaum, exesposa del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, denunció ante la Asamblea Nacional que es víctima de violencia vicaria.
Este martes, Gabriela Goldbaum, exesposa del presidente de Ecuador Daniel Noboa, presentó un emotivo testimonio ante el pleno de la Asamblea Nacional denunciando ser víctima de violencia vicaria. En su intervención, acusó al mandatario de usar a su hija en su contra, sometiéndola a múltiples cambios en el régimen de visitas y retirándole la seguridad militar.
Gabriela Goldbaum, visiblemente afectada, describió la violencia vicaria como una forma devastadora de abuso machista, en la que el agresor utiliza a los hijos o hijas como herramienta para hacerle daño a la mujer. “Es una muerte en vida”, expresó Goldbaum, explicando que esta violencia puede tomar diversas formas, desde amenazas hasta acciones extremas, y generalmente surge cuando la mujer decide separarse de su pareja.
Goldbaum relató que la violencia que sufrió comenzó hace seis años, tras su separación de Noboa, y se fue intensificando con el tiempo. Aseguró que ha sido víctima de constantes demandas judiciales y denuncias, que en total suman ya 42. Y señaló que su hija ha sufrido cambios constantes en el régimen de visitas debido a decisiones judiciales irregulares.
Gabriela Goldbaum y las acusaciones contra Noboa
Goldbaum también acusó a Daniel Noboa de utilizar su poder como presidente de Ecuador para ejercer presión y control sobre su familia. Aseguró que su hija ha sido sometida a constantes cambios que han afectado su estabilidad emocional. Mencionó que, a pesar de las exposiciones públicas, Noboa ordenó la retirada de la seguridad militar que se le había asignado a la menor.
“Mi hija se ha visto sometida a una constante inestabilidad, y este es el costo de tener a alguien como él usando el poder para manipular nuestras vidas”, dijo Goldbaum, pidiendo a la Asamblea Nacional que actúe para tipificar la violencia vicaria en la legislación ecuatoriana y proteja a las mujeres que enfrentan esta forma de abuso.
En su intervención, Goldbaum recordó que no está motivada por intereses políticos, sino por el deseo de que su hija pueda vivir libre de este tipo de persecuciones. “No quiero que mi hija siga siendo un objeto de control. Exijo que me dejen en paz”, expresó, y destacó que su denuncia busca dar voz a otras mujeres que sufren este tipo de violencia.
El testimonio de Goldbaum estuvo acompañado por intervenciones de abogadas defensoras de derechos de las mujeres. Estas urgieron a la Asamblea Nacional a tipificar la violencia vicaria en la ley. Mencionaron que el vacío normativo en la legislación actual deja a miles de mujeres en situación de vulnerabilidad y sin protección efectiva.