La economía ecuatoriana atraviesa momentos de incertidumbre, y muchas familias sienten la presión en sus finanzas, dejando de lado el ahorro.
Sin embargo, ahorrar no es un privilegio exclusivo de quienes tienen altos ingresos. Con disciplina y algunas prácticas económicas responsables, cualquier persona puede construir un fondo de emergencia y mejorar su salud financiera.
Regla 50-30-20 para ahorrar
La ingeniera comercial y economista Lady Laura Bayot Jiménez detalla que una de las prácticas más oportunas para canalizar un buen ahorro es el método 50-30-20. Consiste en dividir los ingresos para cubrir gastos básicos, necesidades personales y destinar un monto para el ahorro.
“Destina el 50% a necesidades básicas como el pago de vivienda, alimentación y servicios básicos. Luego, destinarás el 30% a gastos personales como ropa, suscripciones y salidas que se puedan presentar. Y el 20% para ahorro. Si este último porcentaje te parece muy alto, comienza guardando el 5% y aumenta el monto paulatinamente”, describe la profesional.
Ahorro invisible y redondeo de compras
El “ahorro hormiga” o “invisible” es otra práctica de ahorro ideal, indica la economista. Se centra en guardar monedas y billetes pequeños cada día. “Coloca una alcancía en casa y deposita las monedas sueltas al final del día. Parece poco, pero en seis meses podrías acumular entre $100 y $200 sin mayor esfuerzo”, indica Bayot.
Otra técnica es el “redondeo de compras”. “Si gastas $3,25 en un producto, considera que gastaste $4 y guarda los $0,75 restantes”, agrega la profesional de las finanzas.
Compras inteligentes para todos los bolsillos
Planificar las compras del supermercado es otro recurso poderoso de ahorro y puede reducir tu gasto mensual hasta en un 30%, aconseja Lady Laura Bayot. “Elabora una lista antes de ir de compras. Compara precios entre marcas y aprovecha las promociones sin dejarte llevar por impulsos. Los mercados populares siguen siendo excelentes alternativas para adquirir alimentos frescos a mejor precio que en supermercados. Visítalos en la tarde para conseguir los productos que necesitas y rebajas en sus precios”, finaliza la economista.
Evita deudas innecesarias
La disciplina también implica evitar deudas innecesarias. Datos del Banco Central del Ecuador muestran que en 2024, el endeudamiento de los hogares creció un 7%, impulsado por créditos de consumo. Optar por pagar en efectivo y usar tarjetas solo para emergencias ayuda a mantener el control. Además, aprovechar instrumentos locales como las cuentas de ahorro programado de cooperativas, que ofrecen intereses del 5-7% anual según la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, puede potenciar el crecimiento del fondo.
Educación financiera
La educación financiera es otro pilar. Un estudio de la Universidad San Francisco de Quito (2023) reveló que las personas con conocimientos básicos de finanzas ahorran un 25% más que quienes no los tienen. Aplicaciones gratuitas o talleres comunitarios pueden enseñar a identificar prioridades y evitar trampas como préstamos predatorios, comunes en el sector informal.
Con estas prácticas, cualquier persona, incluso en un contexto económico desafiante como el ecuatoriano, puede construir un fondo de emergencia y fortalecer su salud financiera. La clave está en la consistencia: un hábito pequeño que puede traducirse en tranquilidad mañana.