La demolición de edificios en los que se ha cometido algún delito o infracción no es ninguna solución a los problemas que enfrenta el país; por el contrario, es un hecho simbólico que representa una intención.
El Ppresidente de la República dispuso el derribo del llamado pabellón consular de la Penitenciaría del Litoral, que, según el discurso oficial, era utilizado por los reclusos para atacar a los uniformados que ingresaban a esa cárcel a realizar operativos.
Antes de eso, había anunciado el derrocamiento del denominado “Castillo de Grayskull”, un edificio de la Escuela Superior de Policía, donde se habría cometido el femicidio de María Belén Bernal.
«La inseguridad se soluciona con proactividad, no solo con reacciones”.
La inseguridad no se soluciona con acciones simbólicas, sino con estrategias de combate a lo que se considera un enemigo que toma fuerza con el tiempo. Se soluciona dotando a las fuerzas del orden de los suficientes elementos materiales, técnicos y tácticos para hacer frente al problema.
Se supera con proactividad, no solamente con reacciones que pudieran ser tardías.
Derrocar edificios públicos demanda un gasto de fondos estatales y, si la decisión es reemplazarlos, un nuevo egreso que bien puede destinarse a atender otras necesidades.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 9 de noviembre del 2022 en nuestra edición impresa.