Las playas despobladas de Manta se han convertido en el imán de los narcos.
Algunas son usadas para enterrar droga, remolcar lanchas, abastecer de combustible y hasta para hacer negocios con los pescadores.
Un informe de la Policía detalla que todo lo hacen de noche, a oscuras, y sólo prenden las linternas de los celulares cuando hay que contar dinero y bultos de cocaína. La semana pasada se incautaron dos cargamentos de droga en las playas La Tiñosa y San Mateo.
El primer alijo fue decomisado a orillas del mar, cuando estaba listo para ser embarcado en una lancha rápida, mientras que la segunda carga fue hallada bajo tierra.
Ambos hallazgos fueron en zonas despobladas. Una investigación de Inteligencia Naval de la Capitanía del Puerto de Manta revela que este tipo de envíos de droga se denomina “preñe”, que consiste en enterrar y esconder la mercancía frente al mar.
Esta modalidad la cumplen los narcos que traen la cocaína en carros con doble fondo desde la frontera de Colombia para almacenarla en matorrales, guardarrayas y barrancos ubicados frente al mar. Luego los lancheros se acercan a la costa, llegan a la orilla de la playa y embarcan la droga para transportarla hacia el exterior.
> Complicidad. La investigación determina que en varias ocasiones los lancheros solo cumplen con llevar la cocaína hasta una distancia determinada en el mar, donde luego la entregan a los barcos.
En el informe dice que las redes del narcotráfico operan en complicidad, presuntamente, con los capitanes de los barcos, quienes zarpan a faenas de pesca dejando en puerto de dos o tres lanchas. Una vez que el barco se encuentra a una distancia donde ya no exista probabilidad de ser inspeccionado, las lanchas que dejaron son abastecidas de droga en las playas despobladas y zarpan. El reporte señala que las organizaciones embarcan la droga en sitios estratégicos frente al mar que son considerados de difícil acceso para la Policía.
En Manta existen trece playas, y las más usadas para embarcar droga, según la Policía, son Piedra Larga, San Mateo, La Tiñosa, Santa Marianita, Ligüiqui y Santa Rosa. En todas han hallado cargas de droga frente al mar o escondidas en fincas ubicadas cerca de las playas.