El hormigueo o adormecimiento en el brazo, conocido médicamente como parestesia, es un síntoma común que puede aparecer en la vida cotidiana. Sin embargo, especialistas en salud advierten que en ciertos casos requiere atención médica inmediata. Este fenómeno se presenta en personas de todas las edades y en cualquier lugar, y se asocia tanto a causas temporales como a condiciones graves que conviene identificar a tiempo.
Causas frecuentes del hormigueo
De acuerdo con profesionales médicos, el hormigueo suele originarse por la compresión temporal de los nervios, ya sea al dormir en una postura incómoda o tras mantener posiciones inadecuadas. También puede relacionarse con problemas circulatorios leves, como permanecer sentado mucho tiempo con los brazos cruzados.
Otra causa común es el uso repetitivo de los músculos en actividades laborales o deportivas, que puede generar irritación en los nervios. Además, se identifican factores como deficiencias vitamínicas (B12), exposición a toxinas o infecciones que dañan los nervios periféricos, lo que médicamente se denomina neuropatía periférica.
En adultos mayores, la parestesia puede presentarse con más frecuencia debido al envejecimiento natural del sistema nervioso.
Señales de alarma según expertos
Los especialistas subrayan que, aunque en la mayoría de casos el hormigueo es pasajero, puede ser el primer aviso de condiciones graves. Entre ellas, trastornos neurológicos como hernia discal, esclerosis múltiple, o incluso enfermedades sistémicas como la fibromialgia.
La alerta más crítica se da cuando el hormigueo en el brazo izquierdo aparece acompañado de dolor en el pecho, dificultad para respirar o debilidad, ya que podría indicar un infarto. Del mismo modo, si el síntoma se extiende a la cara, piernas o ambos brazos, acompañado de confusión o visión borrosa, puede tratarse de un derrame cerebral.
Cuándo acudir al médico
Los especialistas recomiendan buscar atención médica inmediata si el hormigueo es súbito y severo, si persiste sin causa aparente, o si aparece con dolor crónico e inflamación. En estos casos, un diagnóstico temprano resulta clave para prevenir complicaciones mayores.
En cambio, cuando el hormigueo es aislado y breve, suele deberse a una compresión nerviosa temporal y no representa mayor riesgo.
Recomendaciones preventivas
Los médicos aconsejan mantener un estilo de vida saludable, evitar posturas prolongadas, realizar actividad física regular y acudir a controles médicos rutinarios, especialmente en personas con diabetes o hipertensión.
En caso de presentar síntomas persistentes, lo recomendable es acudir a un especialista en salud.