Ucrania ha iniciado una campaña intensiva de reclutamiento internacional en América Latina, en 2025, como respuesta a la crítica escasez de personal en sus fuerzas armadas, provocada por más de tres años de guerra contra Rusia, con miles de bajas, deserciones y dificultades logísticas.
Ucrania busca refuerzos en América Latina
Ante una prolongada guerra de desgaste con Rusia, el gobierno ucraniano ha intensificado sus esfuerzos para atraer voluntarios extranjeros. En este contexto, América Latina se ha convertido en un blanco estratégico, dada la experiencia militar de sus soldados. De ellos, especialmente colombianos, y las dificultades económicas que enfrentan muchos en la región.
Las bajas militares, la fatiga de las tropas y la resistencia al reclutamiento interno han obligado a Ucrania a ampliar su Legión Internacional. Según fuentes oficiales, más de 20.000 combatientes extranjeros de 50 países se han unido desde 2022.
En 2025, el Ministerio de Defensa ucraniano lanzó una campaña en español en redes sociales, enfocada en TikTok, dirigida a hispanohablantes, promoviendo la causa y resaltando los incentivos económicos.
¿Por qué América Latina?
Ucrania apunta a América Latina por tres razones principales: la experiencia militar, los incentivos económicos y la falta de oportunidades laborales en varios países de la región. Soldados retirados de Colombia, por ejemplo, han mostrado disposición a unirse, atraídos por sueldos que superan por mucho lo que ganaban en sus ejércitos.
Mientras un militar colombiano puede recibir unos 600 dólares mensuales, Ucrania ofrece entre 2.900 y 4.800 dólares mensuales a quienes combaten en el frente. Además, se ofrecen bonificaciones por alistarse que alcanzan los 24.000 dólares, compensaciones de hasta 365.000 dólares en caso de fallecimiento, acceso a vivienda con hipotecas al 0%, y la posibilidad de obtener ciudadanía ucraniana tras tres años de servicio.
Desafíos y críticas a la campaña
Pese a la efectividad del reclutamiento, el programa ha generado críticas. En redes sociales, usuarios han señalado el uso de estereotipos culturales —como un sombrero mexicano en los videos—, acusando a Ucrania de buscar “carne de cañón” entre los latinoamericanos.
Organizaciones como Amnistía Internacional han advertido sobre los riesgos legales y éticos de estas campañas, recordando que enlistarse en conflictos extranjeros puede tener consecuencias jurídicas. En Colombia, las autoridades expresaron su preocupación tras reportar que 57 ciudadanos han muerto y 77 están desaparecidos tras unirse a la Legión Internacional.
Crisis interna y apoyo limitado
Ucrania enfrenta un desgaste militar creciente y dificultades en su movilización interna, con hombres que evaden el reclutamiento o huyen al extranjero. La nueva ley que baja la edad de conscripción de 27 a 25 años ha encontrado fuerte resistencia entre la población masculina.
Aunque Estados Unidos y la Unión Europea han mantenido su apoyo económico y militar, Ucrania se ve obligada a buscar recursos humanos en regiones que anteriormente no eran consideradas prioritarias. Algunos gobiernos latinoamericanos, además, se han negado a enviar armas o imponer sanciones a Rusia, lo que limita la cooperación formal.
Voluntarios motivados por necesidad
A diferencia de los primeros voluntarios internacionales, muchos de los actuales combatientes latinoamericanos se alistan no por motivos ideológicos, sino por necesidad económica. Según testimonios recogidos por medios internacionales, varios lo hacen para saldar deudas, mantener a sus familias, o buscar una vida mejor, pese a los altos riesgos.
Esta transformación en el perfil del recluta refleja el desgaste de la guerra y la urgencia de Ucrania por mantener su capacidad operativa en un frente que no muestra señales de reducción.