Luz azul y trastornos del sueño
La luz azul de las pantallas de celulares inhibe la producción de melatonina, hormona clave para el sueño, según un estudio de la Universidad de Toledo (2018). Esta supresión provoca insomnio y reduce la calidad del sueño REM, esencial para la memoria. Investigadores recomiendan evitar dispositivos dos horas antes de dormir. Un informe del Journal of Adolescent Health (2024) encontró que uno de cada cinco adolescentes usa el celular de noche, despertándose para revisar notificaciones. Esto fragmenta el sueño y afecta el rendimiento escolar. La exposición a la luz azul confunde el reloj biológico, retrasando el descanso. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en México (2023) señala que el vamping (uso nocturno de dispositivos) aumenta el riesgo de trastornos del sueño. Los jóvenes de 18 a 24 años dedican en promedio 4.5 horas diarias a internet, según Profeco.
Impacto en la salud visual
Mirar pantallas en la oscuridad causa fatiga visual, ojos secos y visión borrosa, según la Clínica de Ojos del Tolima (2024). La pupila dilatada permite mayor entrada de luz, generando molestias. Un estudio de la Universidad de Toledo (2018) indica que la luz azul prolongada daña la retina. La Dra. María Laura Bortman del Hospital Italiano (2018) explica que fijar la vista en pantallas reduce el parpadeo, causando ojo seco. Los especialistas recomiendan usar luz ambiental y gafas con filtro de luz azul. No hay evidencia de que el uso nocturno cause maculopatía o cáncer ocular. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no confirma riesgos de tumores cerebrales por radiación de celulares, aunque clasifica las ondas como “posiblemente cancerígenas” (2024).
Efectos en la salud mental y física
Además, el uso nocturno de celulares eleva los niveles de cortisol, hormona del estrés, según el Instituto del Sueño de Madrid (2024). Como consecuencia, esto genera ansiedad y depresión. De manera similar, la Profeco (2023) advierte sobre dificultades para socializar debido al uso excesivo. Por otro lado, un estudio de la Universidad de Northwestern (2024) vincula el uso nocturno con mayor riesgo de obesidad y diabetes por alteraciones metabólicas. Asimismo, la postura al usar el celular causa dolor de cuello y tendinitis, según HC Marbella (2020).
Recomendaciones para un uso saludable
En este contexto, los expertos sugieren desactivar notificaciones y activar el modo nocturno en los dispositivos. Además, recomiendan evitar pantallas una hora antes de dormir. Por ejemplo, actividades como leer libros o meditar mejoran el descanso. De igual manera, la Clínica del Dormir (2024) destaca que el ritmo circadiano se regula con luz natural diurna. Por ello, usar gafas de filtro azul reduce el impacto de las pantallas. También, dormir con el celular en modo avión minimiza la exposición a ondas. Finalmente, un estudio de la UNAM (2024) sugiere mantener horarios regulares de sueño para proteger la salud cerebral. En consecuencia, los especialistas insisten en crear entornos sin dispositivos en el dormitorio.