La suspensión de vuelos de Avianca entre Manta y Quito es un retroceso significativo para la conectividad aérea de Manabí, y exige respuestas inmediatas de las autoridades competentes.
La decisión de la aerolínea responde a un riesgo real: la presencia de aves en la pista del aeropuerto Eloy Alfaro, un problema que compromete la seguridad operativa y no puede ser minimizado.
La Dirección General de Aviación Civil, responsable del manejo del aeropuerto, debe asumir con urgencia correctivos técnicos y ambientales que garanticen condiciones seguras para las operaciones. No es la primera vez que surgen incidentes que evidencian una gestión poco eficiente de esta terminal aérea, lo cual debilita su rol estratégico en el desarrollo regional.
Manta no puede quedar desconectada del resto del país por desinterés institucional. La continuidad del servicio aéreo es vital no solo para el turismo, sino también para el comercio y la movilidad de la población. La ausencia de soluciones pone en riesgo las operaciones de una de las pocas aerolíneas que mantienen esta ruta. Las autoridades provinciales deben reclamar una intervención inmediata.
La reanudación de los vuelos debe ser una prioridad, acompañada de una planificación seria que evite futuras suspensiones. Manabí no merece seguir acumulando retrocesos por falta de gestión.