Rosa Parks, una costurera afroamericana de 42 años, fue arrestada tras negarse a ceder su asiento a un pasajero blanco en un autobús segregado. Ese fue un acto de desobediencia civil que desencadenó el boicot a los autobuses de Montgomery y marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Este gesto, aparentemente espontáneo, fue el resultado de años de activismo y compromiso con la igualdad racial, consolidando a Parks como una figura icónica en la historia estadounidense.
El incidente ocurrió cuando Parks, agotada tras un día de trabajo, abordó un autobús en Montgomery y se sentó en la sección designada para pasajeros negros. Cuando el conductor le ordenó ceder su asiento a un hombre blanco, ella se negó. “Me habían mangoneado toda mi vida y en ese momento sentí que no podía soportarlo más”, escribió Parks en 1955. Su arresto por alterar el orden público y su breve encarcelamiento desataron una respuesta inmediata de la comunidad afroamericana.
El apoyo a Rosa Parks
Liderados por activistas como Martin Luther King Jr., los residentes negros de Montgomery, que representaban el 70% de los usuarios del sistema de autobuses, organizaron un boicot de un día que se extendió por más de un año. La protesta, coordinada por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), resultó en una sentencia del Tribunal Supremo en 1956 que declaró inconstitucional la segregación en el transporte público. Parks, multada con 14 dólares tras su juicio, se convirtió en un símbolo nacional de resistencia no violenta.
Nacida el 4 de febrero de 1913 en Tuskegee, Alabama, Rosa Louise McCauley creció en un entorno marcado por las leyes Jim Crow, que imponían una estricta segregación racial. Criada por sus abuelos en una granja, enfrentó desde niña el racismo institucional, incluyendo el terror del Ku Klux Klan. A los 16 años, abandonó la escuela por dificultades económicas durante la Gran Depresión, pero completó su bachillerato tras casarse con Raymond Parks en 1932, un logro significativo para una mujer negra en esa época.
La lucha de Parks
Parks ya era una activista experimentada cuando ocurrió el incidente del autobús. En la década de 1940, se unió a la NAACP, liderando la división juvenil de Montgomery y trabajando como secretaria. Investigó casos de injusticia racial, como la violación de Recy Taylor en 1944, un crimen perpetrado por seis hombres blancos que nunca fueron procesados. Este caso galvanizó su compromiso con la justicia racial y su rol en la NAACP, donde también apoyó la defensa de los chicos de Scottsboro, falsamente acusados en 1931.
El boicot a los autobuses no estuvo exento de represalias. La casa de Martin Luther King Jr. fue atacada, y Parks enfrentó cargos por violar leyes antiboicot. A pesar de ello, su activismo continuó tras mudarse a Detroit en 1957. Participó en la Marcha sobre Washington de 1963, apoyó el movimiento Black Power, protestó contra el apartheid y trabajó para el congresista John Conyers hasta 1988.
La madre del movimiento
Rosa Parks falleció en 2005, dejando un legado imborrable. Conocida como “la madre del movimiento por los derechos civiles”, fue honrada con múltiples reconocimientos, incluido el descanso de su féretro en la rotonda del Capitolio. “Permaneció anclada a ese asiento por las indignidades acumuladas de días pasados y las aspiraciones ilimitadas de generaciones aún no nacidas”, escribió King sobre su impacto. (10)