Un tiburón de tres metros apareció el 11 de junio en la playa de Crucita, Manabí, y fue retirado por pescadores, lo que llevó al Ministerio del Ambiente y Transición Ecológica (MAATE) a iniciar una investigación por posible vulneración de normas de protección de la fauna marina. Se trata de la especie ‘Toro’.
A las 07:30 del 11 de junio de 2025, un niño que paseaba por la playa de Crucita, en el cantón Portoviejo, Manabí, alertó sobre un movimiento inusual en el mar, cerca del sector de la calle Las Vegas y el Malecón. Adultos cercanos confirmaron que se trataba de un tiburón de aproximadamente tres metros de largo, varado a pocos metros de la costa.
Freddy Farfán, rescatista del balneario, indicó que el animal parecía enfermo o desorientado, lo que pudo haberlo llevado a acercarse a la playa. Pescadores locales, con ayuda de curiosos, retiraron al tiburón del agua y lo trasladaron a un lugar seguro mientras se notificaba a las autoridades. Sin embargo, cuando los técnicos del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) llegaron al sitio, el ejemplar ya no estaba. Según moradores, pescadores locales se lo habrían llevado.
El MAATE emitió un comunicado rechazando esta acción, que considera un delito contra la fauna silvestre tipificado en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Este artículo establece sanciones de privación de libertad para quienes capturen, trafiquen o comercialicen especies protegidas.
Investigación del caso del tiburón en curso
El MAATE anunció que iniciará acciones legales para identificar a los responsables y presentará una denuncia ante la Fiscalía General del Estado. La entidad está recopilando información y analizando muestras para determinar la especie del tiburón, que preliminarmente podría ser un tiburón martillo o tiburón blanco. Además, se investigan las causas de su acercamiento a la costa, un evento poco común en Crucita.
El equipo técnico del MAATE evalúa factores como alteraciones en corrientes marinas, el estado de salud del animal y posibles impactos ambientales. Los resultados del informe oficial, esperado en las próximas horas, aclararán si se trata de un caso aislado o si requiere medidas preventivas.
El MAATE subrayó que la captura de especies protegidas vulnera normativas nacionales e internacionales, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica, al que Ecuador está suscrito. La entidad llamó a la ciudadanía a respetar la biodiversidad marina y reportar cualquier incidente similar a las autoridades.
Contexto ambiental en Crucita
La aparición de un tiburón cerca de una zona turística como Crucita es inusual, pero no inédita. En los últimos años, el Pacífico ecuatoriano ha registrado cambios en los patrones migratorios de especies marinas, influenciados por fenómenos como El Niño, la sobrepesca y la contaminación oceánica. Estos factores pueden desorientar a animales como los tiburones, llevándolos a acercarse a las costas.
Según datos del MAATE, especies como el tiburón martillo están clasificadas como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su protección es prioritaria para mantener el equilibrio de los ecosistemas marinos, ya que los tiburones regulan las poblaciones de otras especies.
Impacto de la presencia del tiburón en la comunidad
El incidente generó preocupación entre los habitantes y turistas de Crucita, un balneario conocido por su tranquilidad y actividades como el parapente. No se reportaron heridos ni ataques, pero las autoridades pidieron evitar la desinformación y mantener la calma hasta que se publique el informe técnico.
El MAATE instó a la comunidad a colaborar con la investigación, proporcionando información sobre el paradero del tiburón o los responsables de su retiro. También se reforzarán las campañas de sensibilización sobre la importancia de proteger la biodiversidad marina en Manabí.

Llamado a la acción
El MAATE recordó que cualquier avistamiento de fauna marina debe reportarse de inmediato a las autoridades, evitando intervenciones no autorizadas. La entidad trabaja en coordinación con la Armada del Ecuador y otras instituciones para monitorear la costa de Manabí y prevenir futuros incidentes.
Este caso resalta la necesidad de fortalecer la educación ambiental en comunidades costeras, donde la interacción con la fauna marina es frecuente. La protección de especies como los tiburones es crucial para el equilibrio ecológico y el desarrollo sostenible de zonas turísticas como Crucita.