Este galardón destaca a las ciudades que promueven activamente el deporte como herramienta de inclusión social, salud pública y desarrollo urbano sostenible e infraestructura deportiva.
La distinción de Ciudad Americana del Deporte no es un título honorífico; es un compromiso serio con el desarrollo deportivo integral. Un compromiso con la inversión en infraestructura deportiva sostenible y de calidad, la planificación y el uso adecuado de espacios deportivos.
Una ciudad con esta distinción debe fomentar el uso de escenarios deportivos adecuados. Hace varias semanas se realizó un evento de box internacional en un terminal de buses. Esto no solo desvirtúa el sentido de la denominación, sino que evidencia la falta de planificación e inversión en escenarios deportivos adecuados. ¡En lugar de fortalecer coliseos y espacios comunitarios, se improvisa!
¿Qué se debería realizar?
- Elaborar un plan estratégico deportivo municipal: Definir objetivos a corto, mediano y largo plazo, con indicadores de seguimiento y evaluación.
- Desarrollar infraestructura deportiva de alto nivel: Construir y mantener instalaciones adecuadas para la práctica de deportes de alto rendimiento (parques olímpicos / polideportivos con estándares nacionales o internacionales). ¿Cómo?
- Fomentar alianzas interinstitucionales: Colaborar con federaciones deportivas, instituciones educativas y organizaciones internacionales para fortalecer el ecosistema deportivo local.
- Establecer políticas públicas claras: Crear ordenanzas y normativas que respalden el desarrollo deportivo sostenible y la asignación de recursos adecuados.
Ciudad de México ha lanzado un ambicioso plan para construir 100 ‘Utopías’, espacios deportivos que incluyen pabellones de artes marciales, gimnasia olímpica, rines de boxeo, albercas y pistas de atletismo, con el objetivo de garantizar el acceso gratuito al deporte.
En Cuenca, la colaboración entre la Junta de Beneficencia de Guayaquil y el Atlético de Madrid ha llevado a la creación de escuelas de fútbol de beneficencia. Estas escuelas tienen como objetivo alejar a los jóvenes de la calle utilizando el fútbol como herramienta de integración y desarrollo, ofreciendo también apoyo en salud, nutrición y educación a más de 10.000 jóvenes y fortaleciendo la infraestructura.
Ser Ciudad Americana del Deporte no es una etiqueta para presumir, sino una hoja de ruta para transformar.