En Ecuador, la manzanilla (Matricaria recutita) es una de las plantas medicinales más utilizadas en el ámbito doméstico. Frecuentemente preparada en infusión, su fama se asocia con el alivio del insomnio, dolores estomacales y estrés. Sin embargo, su potencial terapéutico se extiende a otras aplicaciones, poco conocidas pero igualmente respaldadas por la medicina tradicional andina y estudios científicos recientes.

Según datos del Ministerio de Salud Pública del Ecuador, la manzanilla forma parte del listado de plantas recomendadas para el uso responsable dentro de los saberes ancestrales, promoviendo su consumo seguro y adecuado.

1. Alivio cutáneo: uso en quemaduras e irritaciones

Las propiedades antiinflamatorias y antisépticas de la manzanilla permiten su uso tópico en casos leves de dermatitis, picaduras de insectos o quemaduras solares. En comunidades de la Sierra ecuatoriana, las compresas de manzanilla son una práctica habitual para tratar afecciones de la piel.

Se prepara una infusión concentrada, se deja enfriar y se aplica con paños limpios en la zona afectada durante intervalos de 10 minutos, evitando su uso sobre heridas abiertas.

2. Lavado ocular para aliviar irritaciones

En zonas rurales del Austro ecuatoriano, se ha documentado el uso de lavados oculares con manzanilla para calmar el enrojecimiento y la picazón causados por el polvo y la contaminación. Aunque este uso debe aplicarse con precaución, estudios como los publicados por el Instituto Nacional de Higiene «Leopoldo Izquieta Pérez» avalan su eficacia en casos leves, siempre que se mantenga la esterilidad del preparado.

Se recomienda usar una infusión suave y aplicar con gasas estériles, descartando el líquido tras cada aplicación.

3. Inhalación de vapor de agua de manzanilla en casos de congestión

En temporadas de invierno, comunidades en Quito y Cuenca utilizan el vapor de manzanilla para aliviar la congestión nasal. Combinado con eucalipto o solo, el vapor ayuda a abrir las vías respiratorias gracias a los compuestos volátiles de la planta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también reconoce este uso como complemento en infecciones respiratorias leves.

La técnica consiste en hervir la planta, colocar la infusión en un recipiente y cubrir la cabeza con una toalla mientras se inhala el vapor durante 10 minutos.

Recomendaciones y precauciones

Aunque la manzanilla es considerada segura, las autoridades sanitarias advierten sobre posibles reacciones alérgicas, especialmente en personas sensibles a plantas como la ambrosía. Además, se recomienda evitar su uso en mujeres embarazadas sin supervisión médica y no prolongar tratamientos sin consulta profesional.

Toda la información presentada ha sido verificada a partir de publicaciones del Ministerio de Salud Pública, investigaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y literatura científica revisada.