El visto bueno es el mecanismo por el cual un empleador o trabajador puede solicitar la terminación legal del contrato laboral por causas justificadas. Con la reforma vigente desde mayo de 2025, se modifican cinco ejes: comparecencia, documentación, contestación, investigación y apelación, lo que implica un giro hacia procesos más técnicos y formales.
Autoridades del Ministerio de Trabajo aseguran que el cambio apunta a proteger derechos laborales con mayor claridad jurídica. “Buscamos transparencia, tiempos razonables y mecanismos que garanticen una adecuada defensa para ambas partes”, señalaron voceros de la cartera de Estado en un comunicado.
Puntos clave del nuevo procedimiento para visto bueno
Los principales ajustes que establece el Acuerdo MDT-2025-043 son:
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Plazo de apelación ampliado: pasa de 10 a 30 días, permitiendo una revisión más exhaustiva del caso.
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Audiencias orales: se incorpora la posibilidad de audiencias públicas, lo que fortalece el derecho a la defensa.
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Acompañamiento legal obligatorio: ahora tanto empleador como trabajador deben presentarse con abogado.
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Documentación adicional: se exige, por ejemplo, el certificado de cumplimiento patronal del IESS.
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Etapas del proceso: el trámite se divide en fase de saneamiento y conciliación, y luego fase de pruebas y alegatos.
Impacto para trabajadores y empleadores de Ecuador
Anteriormente, el trámite podía realizarse con una estructura más simple, pero con menor resguardo de derechos. Ahora, la presencia obligatoria de abogados, el desarrollo de audiencias públicas y la exigencia de más documentación técnica elevan el nivel de complejidad, pero también brindan más garantías, aseguran algunos juristas.
Por ejemplo, si un empleador acusa a un trabajador de abandono, en la fase inicial este podrá presentar pruebas como registros de ingreso o testigos. La segunda fase permite exponer alegatos de fondo ante un funcionario del Ministerio. Este mecanismo busca evitar decisiones apresuradas o unilaterales.
Sin embargo, la abogada laboralista Vanessa Velásquez advierte que, aunque la apelación es un avance, el trámite sigue siendo complejo y podría generar más conflictos.
Otros mecanismos
Velásquez considera que el visto bueno debería eliminarse y reemplazarse por un sistema de despido justificado, más ágil y adaptado a estándares internacionales. Según la experta, las reformas no resuelven los problemas estructurales de un procedimiento que, en muchos casos, solo tiene valor de informe técnico.
Aunque los cambios al proceso de visto bueno suponen mayores garantías procesales, también implican desafíos para quienes no cuentan con fácil acceso a asesoría legal, especialmente en sectores rurales de Ecuador. No obstante, desde el Ministerio se asegura que el nuevo esquema fortalece la institucionalidad laboral y busca resolver conflictos con más transparencia, equidad y técnica jurídica.