La hipertensión arterial, una enfermedad que afecta al 35.4% de la población entre 30 y 70 años en las Américas, puede pasar desapercibida sin controles adecuados.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2021 causó 662.000 muertes prematuras en la región. Investigaciones y profesionales destacan cinco claves para su detección temprana, esenciales para reducir riesgos cardiovasculares en cualquier parte del mundo.
La hipertensión arterial (HTA) es un aumento persistente de la presión sanguínea que sobrecarga el corazón y los vasos, incrementando el riesgo de enfermedades graves como infarto, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y retinopatía.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que afecta a 1.100 millones de personas globalmente, pero solo el 21% tiene la afección controlada.
Medición precisa de la presión arterial
La medición adecuada de la presión arterial (PA) es el primer paso para detectar la hipertensión. Según la guía ACC/AHA 2017, se diagnostica HTA con valores de 130/80 mmHg o superiores en adultos, tomados en al menos dos sesiones separadas.
Las guías británicas NICE (2011) recomiendan la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) para confirmar el diagnóstico, especialmente en casos de “hipertensión de bata blanca” (lecturas altas solo en consultorios).
El doctor José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón, enfatiza que “los controles regulares en centros de salud son esenciales porque la hipertensión no presenta síntomas claros”. La medición debe realizarse tras 5 minutos de reposo, con el paciente sentado, pies planos y sin haber consumido cafeína o tabaco.
Estudios como el SPRINT (Systolic Blood Pressure Intervention Trial) utilizan equipos automáticos que promedian tres mediciones para mayor precisión.
Los profesionales advierten que un manguito inadecuado o una postura incorrecta pueden falsear los resultados. Por ello, el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI) recomienda comparar lecturas en consultorio con las tomadas en casa.
Evaluación de factores de riesgo
Identificar factores de riesgo cardiovascular es clave para detectar hipertensión. Un metanálisis con un millón de pacientes mostró que el riesgo de eventos como infarto o accidente cerebrovascular se duplica por cada aumento de 20/10 mmHg en la PA. Factores como obesidad, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y sedentarismo elevan la probabilidad de HTA.
La doctora María Rivera, en un estudio publicado en Scielo, destaca que “la historia clínica debe incluir antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, ya que la genética juega un papel importante”.
Los profesionales recomiendan preguntar por casos de infarto o ictus en la familia, especialmente en menores de 60 años.
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Pruebas complementarias
Las pruebas de laboratorio no diagnostican hipertensión, pero ayudan a detectar causas secundarias y daños orgánicos. Según un artículo de Elsevier, la evaluación inicial debe incluir análisis de orina (albuminuria), creatinina, potasio y perfil lipídico para evaluar la función renal y cardiovascular.
El doctor Freddy Contreras, coautor del mismo estudio, señala que “una hipopotasemia puede indicar hiperaldosteronismo primario, una causa secundaria tratable”. La ecocardiografía, recomendada para pacientes con alto riesgo, detecta hipertrofia ventricular izquierda en fases tempranas, según Scielo.
Detección de síntomas atípicos
Aunque la hipertensión es asintomática en la mayoría de los casos, ciertos síntomas pueden alertar sobre casos graves o secundarios. El Manual Merck indica que cefaleas, palpitaciones, sudoración excesiva o temblores sugieren condiciones como feocromocitoma o hipertiroidismo.
El cardiólogo Jorge Serrano recomienda “considerar un estudio del sueño en pacientes con ronquidos o apnea, ya que el síndrome de apnea-hipopnea del sueño es una causa común de HTA secundaria”. Estudios respaldan que la HTA secundaria afecta al 5-10% de los hipertensos.
Control periódico y educación sanitaria
La detección precoz depende de controles regulares. La OPS sugiere medir la PA cada cinco años en adultos y más frecuentemente en quienes tienen PA normal-alta (120-129/80 mmHg).
La enfermera Ana K. Papapietro subraya que “la educación sanitaria es vital para enseñar a los pacientes a medir su presión en casa y reconocer la importancia de los controles”.
Las guías de la OMS (2021) promueven cambios en el estilo de vida, como reducir la sal y aumentar la actividad física, para prevenir y controlar la HTA.
La hipertensión no tratada puede causar daños irreversibles. Estudios epidemiológicos citados por Elsevier establecen que una PA óptima es 115/75 mmHg, y cualquier aumento progresivo eleva el riesgo cardiovascular.
Los profesionales coinciden en que la detección temprana permite iniciar tratamientos que reduzcan la presión a niveles seguros, evitando complicaciones.
Importancia de la detección temprana
Detectar la hipertensión a tiempo requiere mediciones precisas, evaluación de riesgos, pruebas complementarias, atención a síntomas atípicos y controles regulares.
Con 14 millones de hipertensos en España y millones más a nivel global, estas cinco claves, respaldadas por estudios y expertos, son esenciales para prevenir complicaciones cardiovasculares graves.