La temporada invernal de 2025 dejó un saldo de al menos diez socavones en Portoviejo, afectando la red de alcantarillado y tres de las principales avenidas de la ciudad. Según Mauro Guillén, gerente de la empresa municipal Portoaguas, se invirtieron 323 mil dólares en la reparación de estos puntos críticos, que comprometieron tuberías de hasta 52 años de antigüedad.
Los socavones, reportados desde mediados de febrero en sectores de alto flujo vehicular como las avenidas Manabí, Reales Tamarindos y Ejército, fueron consecuencia de las intensas lluvias que saturaron el suelo arcilloso de Portoviejo, característico por su baja permeabilidad, y de la antigüedad de la infraestructura. “Algunas tuberías tienen 30 o 52 años, y el tipo de suelo agrava las roturas”, explicó Guillén.
Según reportes de El Diario, en 2023, Portoviejo ya había enfrentado problemas similares, lo que evidencia la vulnerabilidad del sistema. En 2024, las lluvias nuevamente pusieron a prueba la red, con intervenciones de emergencia para reparar tuberías colapsadas en zonas urbanas.
Los socavones se concentraron en tres avenidas
Uno de los últimos socavones apareció el lunes 28 de abril en un carril de la avenida Sixto Guillén. En este punto, Portoaguas reemplazó ocho metros de tubería de hormigón por PVC de 400 milímetros a 1,80 metros de profundidad. Aunque Guillén detalló que fueron diez los socavones atendidos de febrero a abril de este año, personal técnico de Portoaguas detalló un total de once: cuatro se registraron en Reales Tamarindos, tres en la avenida del Ejército (incluido el de Santa Ana, que requirió la apertura de 40 metros de calzada), y uno en la avenida Manabí, sector del Parque Forestal, Los Tulipanes y avenida Sixto Guillén. En la avenida del Ejército, la reparación se hizo en dos frentes, entre las calles Octava y Jipijapa, y tomó más de un mes.
La intervención en los socavones incluyó el reemplazo de “bastantes metros de tubería”, aunque Guillén no precisó la cantidad exacta. No obstante, solo entre febrero y el 7 de mayo, la empresa reemplazó 384 metros de tubería: 120 en Reales Tamarindos, 180 en la avenida del Ejército, 20 en Los Tulipanes y 20 más en Reales Tamarindos, y demás. A esto se suman los ocho metros de la avenida Sixto Guillén. Estas tuberías, de 800 y 900 milímetros, son esenciales para los colectores principales.
Prevén ejecutar un diagnóstico del alcantarillado
Los trabajos, realizados bajo presión por la magnitud del invierno, también implicaron costos adicionales en combustibles, mantenimiento de equipos y logística, elevando el impacto económico.
Para abordar esta problemática, Portoaguas ha planificado un diagnóstico avanzado de la red de alcantarillado. Guillén reveló que, tras conocer en una feria en Zaragoza, España, tecnología alemana que utiliza robots para inspeccionar y reparar tuberías sin excavar, la empresa contactó a una firma argentina que implementa un proyecto de diagnóstico y arreglo en Guayaquil por 8 millones de dólares.
“Nos reuniremos el 10 de junio con la empresa para traer esta tecnología a Portoviejo y evaluar los puntos débiles de la red”, detalló. La maquinaria, que llegará a Guayaquil en un mes, permitirá identificar daños focalizados y optimizar recursos.