A Óscar Reymundo M., lo condenaron a nueve años y cuatro meses de prisión en Cuenca, Azuay, Ecuador. Esto por el abuso sexual reiterado de su hijastra, una menor de 9 años en 2016, en el recinto San Carlos, cantón San Fernando. Tras un proceso sustentado por la Fiscalía y ratificado por la Corte Provincial de Justicia.
El 13 de mayo de 2025, la Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Azuay confirmó la sentencia contra Óscar Reymundo M. Él deberá cumplir nueve años y cuatro meses de privación de libertad por el delito de abuso sexual. Además, se le impuso una multa de 3.000 dólares destinada a cubrir la terapia psicológica de la víctima.
La resolución ratifica la sentencia emitida en octubre de 2024 por un Tribunal Penal. Esto luego de que la defensa del procesado presentara un recurso de apelación que el tribunal rechazó. Todo por considerar válidos los argumentos y pruebas presentados por la Fiscalía por abuso sexual. La decisión judicial refuerza la protección a las víctimas de violencia sexual y la persecución de este tipo de delitos en Ecuador.
Los hechos en San Carlos
Los abusos comenzaron en 2016 en una vivienda del recinto San Carlos, ubicado en el cantón San Fernando, provincia de Azuay. Óscar Reymundo M., aprovechaba los momentos en que la madre de la víctima, su pareja, viajaba a Cuenca para adquirir mercadería para el negocio familiar. Durante estos períodos, el agresor cometió abusos sexuales reiterados contra su hijastra, quien tenía 9 años al inicio de las agresiones.
Para silenciar a la menor, Óscar Reymundo M., la amenazaba con atentar contra la vida de su madre si revelaba el abuso sexual. Las agresiones se prolongaron hasta inicios de 2020, cuando la víctima, entonces de 13 años, encontró el valor para contarle los hechos a su abuela materna. Este testimonio fue clave para iniciar el proceso judicial que culminó con la condena del agresor.
Secuelas del abuso