En Ecuador, obtener una cédula se ha convertido en una odisea para miles de ciudadanos. El sistema de agendamiento del Registro Civil está colapsado, sin turnos disponibles hasta agosto de 2025 en varias provincias. Esta crisis genera creciente malestar en la población.
Por ejemplo, en Pichincha, especialmente en Quito, los turnos están agotados desde el 12 de mayo hasta el 29 de agosto. Según Radio Pichincha, solo a partir de septiembre se abrirían nuevos cupos, dejando a muchos sin soluciones inmediatas.
Asimismo, en Imbabura, la situación es igualmente crítica. Los ciudadanos solo encuentran turnos disponibles para el 29 de agosto, una fecha lejana que complica trámites urgentes. Provincias como Carchi, Azuay y Tungurahua enfrentan el mismo panorama desolador.
En Guayas, particularmente en Guayaquil, el panorama no es diferente. Los turnos para cedulación también están copados hasta agosto, afectando a quienes necesitan el documento para trabajar, estudiar o realizar gestiones legales. La saturación es generalizada en el país.
Por su parte, las redes sociales se han convertido en un espacio de desahogo. Ciudadanos comparten capturas de pantalla del sistema en línea, mostrando agendas llenas y mensajes de “no hay turnos disponibles”. La frustración crece ante la falta de respuestas.
Además, el Registro Civil explicó a un medio local que los turnos se habilitan “de forma gradual y progresiva”, según la capacidad operativa de cada agencia. Sin embargo, esta respuesta no calma a quienes enfrentan meses de espera para un trámite esencial.
Registro Civil presenta fallas en infraestructura y falta de personal
En este contexto, la falta de infraestructura y personal en las oficinas del Registro Civil agrava el problema. Muchas agencias operan con recursos limitados, lo que reduce la cantidad de turnos diarios. Esto afecta especialmente a poblaciones vulnerables que dependen del documento.
Por otro lado, algunos ciudadanos han recurrido a gestores o trámites exprés, pero estas opciones suelen ser costosas y no están al alcance de todos. La desigualdad en el acceso a la cedulación se hace evidente en esta crisis.
Mientras tanto, la demanda de cédulas sigue en aumento debido a renovaciones, pérdidas o nuevos registros. Sin una solución inmediata, el colapso del sistema podría extenderse más allá de agosto, profundizando el descontento social y las críticas al manejo institucional.
Los ciudadanos exigen medidas urgentes, como la ampliación de horarios, más personal o un sistema digital más eficiente. La cedulación, un derecho básico, no debería ser una misión imposible. Ecuador necesita respuestas para superar esta crisis administrativa.