Las labores de limpieza en el canal que atraviesa la comunidad La Recta, en Rocafuerte, ofrecen alivio inmediato a los agricultores. Sin embargo, revelan una demanda pendiente: un plan estructural y permanente de mantenimiento para evitar que las lluvias arrasen con la producción agrícola.
En el lugar se ejecutan trabajos de limpieza y desazolve en un tramo crítico del canal que inicia en Ojo de Agua y desemboca en Las Maravillas. Las labores, que cubren cerca de un kilómetro, buscan restablecer el flujo natural de agua bloqueado por sedimentos y maleza. La acumulación había provocado inundaciones que afectaron a decenas de agricultores, poniendo en riesgo 677 hectáreas de cultivos y la subsistencia de comunidades que viven del agro. Las acciones benefician directamente a zonas agrícolas como La Recta, aunque los habitantes insisten en que no basta con intervenciones puntuales.
La limpieza del canal, un respiro urgente para los agricultores de Rocafuerte
La comunidad de La Recta, conocida por su producción de plátano, coco y maíz, ha visto interrumpido su ciclo agrícola durante varias temporadas debido a los problemas en el sistema de drenaje. La obstrucción del canal generó inundaciones en fincas y caminos rurales, afectando directamente a productores que dependen del riego superficial para mantener sus cultivos.
Jorge Loor, agricultor del sector, manifestó su alivio por la intervención: “Nos sentimos aliviados de que se esté limpiando el canal, porque este es vital para regar nuestras tierras. Cuando está limpio, el agua fluye mejor y podemos sembrar con más confianza”.
Otra voz que refleja la urgencia de estas acciones es la de María Intriago, quien señaló: “Aquí vivimos de lo que sembramos. Si se nos inunda la finca, no tenemos cómo mantener a la familia. Por eso, mantener los canales limpios no es un lujo, es una necesidad”.
Cifras de impacto y contexto provincial
Las afectaciones en La Recta se replican en otras zonas agrícolas de Manabí. Las lluvias intensas de esta temporada han dejado daños significativos:
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Más de 2.000 hectáreas de cultivos destruidos en la provincia.
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La vía Rocafuerte–Tosagua fue bloqueada por desbordamientos en el sector Danzarín.
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Comunidades como Las Maravillas también han reportado inundaciones reiteradas.
Las cifras oficiales reflejan una situación que se repite cada año y que no encuentra solución de fondo. A pesar de las intervenciones actuales, los agricultores temen que los efectos sean solo temporales.
Más allá de la emergencia, una necesidad estructural
Los productores locales han expresado que, si bien valoran el esfuerzo presente, es fundamental que se establezca un programa de mantenimiento periódico para los canales de riego y drenaje. De lo contrario, los problemas volverán con cada estación lluviosa.
Luis Parrales, agricultor de la zona, fue enfático: “Esto no puede quedar en una sola limpieza. Si no se da seguimiento, en seis meses estamos igual o peor”.
Esta postura refleja la frustración de un sector que, pese a sostener buena parte de la producción agrícola de Manabí, suele recibir atención únicamente en momentos de crisis.
El desafío de sostener la producción agrícola frente al clima
Mientras la maquinaria avanza por el canal, la comunidad La Recta permanece vigilante. Cada metro limpiado representa una posibilidad de recuperar cosechas y proteger los ingresos de cientos de familias rurales.
La solución no solo está en retirar sedimentos, sino en garantizar que estos trabajos no sean acciones aisladas, sino parte de una estrategia sostenida para preservar la infraestructura agrícola del cantón Rocafuerte. En zonas donde el campo sigue siendo el motor económico, ignorar esta realidad sería condenar al agricultor a vivir bajo el riesgo permanente de perderlo todo cada invierno.