Un estudio publicado en Human Reproduction reveló que una dieta saludable en niñas retrasa la menarquia (primera menstruación) según datos de 1,500 adolescentes analizados para entender el impacto de la alimentación en la pubertad.
La investigación de la revista Human Reproduction, difundido por Infosalus, demuestra que la alimentación infantil influye significativamente en la edad de la primera menstruación (menarquia). La investigación, realizada con 1,500 niñas de entre 10 y 16 años en España, encontró que aquellas con dietas ricas en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras experimentan la menarquia hasta seis meses más tarde que las que consumen alimentos procesados y ricos en azúcares.
La doctora Laura Martínez, autora principal, explica que una dieta saludable favorece un desarrollo hormonal más equilibrado. “Los nutrientes de alimentos integrales estabilizan los niveles de estrógenos, retrasando la pubertad precoz”, afirmó. El estudio halló que las niñas con dietas menos saludables, altas en comida rápida y bebidas azucaradas, tuvieron su menarquia en promedio a los 11.8 años, frente a los 12.3 años en las que seguían dietas nutritivas.
El retraso en la menarquia se asocia con beneficios como menor riesgo de cáncer de mama y endometriosis en la adultez, según investigaciones previas de la OMS. Sin embargo, el estudio advierte que una pubertad muy tardía también puede requerir seguimiento médico.
Factores dietéticos clave para retrasar la menarquia
La investigación identificó alimentos específicos que influyen en la menarquia. Las dietas ricas en fibra (presente en frutas y cereales integrales) y ácidos grasos omega-3 (en pescados como el salmón) mostraron el mayor impacto en retrasar la pubertad. Por el contrario, el consumo excesivo de grasas saturadas y azúcares refinados acelera la producción hormonal, adelantando la menarquia.
El índice de masa corporal (IMC) también juega un rol. Las niñas con un IMC más alto, a menudo ligado a dietas poco saludables, tienden a menstruar antes. “El exceso de grasa corporal aumenta los niveles de estrógenos, desencadenando la pubertad”, señaló Martínez. El 70% de las niñas con dietas no saludables tenía un IMC por encima del promedio.
El estudio recomienda que los padres promuevan hábitos alimenticios balanceados desde la infancia. “Una dieta sana no solo retrasa la menarquia, sino que mejora la salud general”, agregó la doctora.
Contexto y relevancia global
La pubertad precoz es una preocupación creciente. Según la OMS, la edad promedio de la menarquia ha disminuido en las últimas décadas, de 13 años en 1980 a 11.9 años en 2020, debido a cambios en la dieta y el aumento de la obesidad infantil. En España, el 30% de las niñas experimenta la menarquia antes de los 12 años, según datos de 2024.
Estudios similares, como uno de la Universidad de Harvard en 2023, confirman que las dietas procesadas aceleran la pubertad, mientras que las ricas en nutrientes la retrasan. En América Latina, investigaciones en Colombia destacan cómo la malnutrición también afecta los ciclos menstruales.
Recomendaciones para familias
Los autores sugieren incorporar cinco porciones de frutas y verduras diarias, reducir el consumo de comida rápida a una vez por semana y fomentar el consumo de pescado y legumbres. Las escuelas también pueden contribuir con programas de educación nutricional. “Enseñar a las niñas a comer bien es invertir en su salud futura”, afirmó Martínez.
El estudio subraya la necesidad de mayor investigación sobre factores ambientales, como los xenoestrógenos presentes en plásticos, que también podrían influir en la pubertad. Por ahora, la evidencia apunta a la dieta como un factor modificable clave.
La investigación invita a padres, educadores y autoridades a priorizar la nutrición infantil. En un contexto donde la obesidad infantil es cada vez más común, adoptar dietas saludables puede marcar la diferencia en la llegada de la menarquia, en la salud reproductiva y el bienestar general de las niñas.