Una capilla y ocho viviendas sufrieron afectaciones por un deslave que ocurrió en el mes de abril, en la comunidad La Mocora, en la parroquia Sucre, cantón 24 de Mayo.
La palizada, que bajó de la colina, fue arrasando con todo y tumbó paredes de las viviendas. Algunas casas se salvaron porque están elevadas con columnas de madera, un modelo de construcción tradicional que se conserva en algunas áreas rurales. “El lodo y los palos quedaron debajo de las casas que están construidas sobre columnas”, dijo Hugo Macías, director de Obras Públicas del Municipio de 24 de Mayo.
El funcionario detalló que este deslizamiento se debe a la tala de árboles que lleva varios años sin control en las zonas montañosas. Añadió que el alud también taponó el cauce de un estero y parte de la vía, por lo que el municipio tuvo que intervenir con maquinaria y personal.
Entregan ayuda a los damnificados
El alcalde de 24 de Mayo, Ramón Vicente Cedeño, y personal del área social del municipio, acudieron a entregar ayudas a las familias afectadas. Es la segunda vez que lo hacen, pues la primera vez llegaron con ayuda cuando se presentó el deslizamiento de tierra producto de las fuertes precipitaciones en la zona.

Se informó que el municipio, a través del departamento de Desarrollo Social, logró el apoyo directo de la Fundación Amigos de los Ángeles para asistir a las familias afectadas.
La comunidad La Mocora se encuentra en la parroquia Sucre, cabecera del cantón 24 de Mayo. Según el censo del 2022, la parroquia Sucre tiene 15.645 habitantes. La Mocora, es una comunidad rural donde habitan aproximadamente 500 personas. La mayoría se dedicada a cultivos de maíz, arroz y cacao, así como a la cría de aves y cerdos.
Su ubicación en una zona de laderas y suelos arcillosos la hace vulnerable a deslizamientos durante la temporada lluviosa, como las que ocurrieron en el invierno de este año.
Deslaves ocurrieron hace un mes
El deslave de abril de 2025 dejó a ocho familias sin hogar, con pérdidas materiales. La capilla, un espacio central para las actividades religiosas y comunitarias, sufrió daños estructurales en sus cimientos y paredes, quedando inhabilitada.
El bloqueo del estero local generó inundaciones en huertos cercanos, afectando cultivos de subsistencia. La vía de acceso a La Mocora, esencial para el transporte de productos agrícolas, quedó parcialmente destruida.
El municipio desplegó dos retroexcavadoras y un equipo de 15 trabajadores para limpiar el estero y la vía, un proceso que tomó cinco días. Las ayudas entregadas por el alcalde Ramón Vicente Cedeño incluyeron kits de alimentos, colchonetas, ropa y utensilios de cocina para las familias damnificadas.
La Secretaría de Gestión de Riesgos ha realizado visita en las diferentes zonas afectadas de Manabí.