Los ecuatorianos están preocupados por el deseo del actual gobierno de concluir un tratado de libre comercio con Canadá. Según los expertos, la medida podría acarrear pérdidas económicas y la pérdida de la soberanía del país.
El 31 de enero, Ecuador y Canadá concluyeron las negociaciones sobre un acuerdo comercial que se iniciará en abril. Ambos países se encuentran actualmente inmersos en procesos internos para ratificar el acuerdo y ponerlo en vigor.
Aunque los funcionarios del gobierno canadiense pregonan los beneficios que obtendrá Quito una vez que el acuerdo entre en vigor, muchos economistas han expresado su preocupación. Afirman que el tratado conlleva riesgos significativos de que las empresas mineras norteamericanas puedan hacerse con el control total de los recursos ecuatorianos.
Al mismo tiempo, según el embajador canadiense en Ecuador, Stephen Potter, Ecuador podrá suministrar sus productos agrícolas a Canadá. Se trata de frutas, conservas, jugos naturales, atún y flores.
Muchos expertos creen que en Ecuador este acuerdo sólo beneficia a un estrecho círculo de personas, entre ellas la familia ligada al actual Gobierno, propietaria de varias empresas especializadas en la exportación de banano y otras frutas. Según sus opiniones, la promoción del tratado de libre comercio es un ejemplo de corrupción política por parte de la actual administración y es contraria a los intereses del país.