Virginia Limongi, la estrella de Ecuavisa, reveló su lucha contra el hipotiroidismo. La presentadora de 31 años que brilla en pantalla, tuvo un inicio de año complicado que incluyó internamiento. En una entrevista con Metro Ecuador. reveló cómo transformó un problema de salud en un desafío lleno de optimismo.
Virginia Limongi no solo es un rostro bonito en la tele, ¡es una guerrera total! En una charla exclusiva con Metro Ecuador, la presentadora se abrió como nunca sobre su batalla contra el hipotiroidismo, una condición que la acompaña desde los 18 años. Este 2025 no arrancó fácil: incluso estuvo internada. Pero ella, con esa vibra positiva que la define, le dio la vuelta al asunto. “Dicen que cuando uno comienza así, el año va a ser muy bueno. He intentado ver el caos como un desafío, no como un problema”, dijo, y con eso ya nos tiene aplaudiendo.
La cosa viene de lejos. Virginia confesó que al principio fue “bastante irresponsable” con su salud. “Pasé de hipertiroidismo a hipotiroidismo, y eso, con el ovario poliquístico, desequilibró todo”, explicó. ¿El resultado? Perdió peso por la medicación y una dieta estricta, algo que desató críticas por su delgadez. “Me afectó, pero decidí cambiarlo: fui al médico, al nutricionista, al gimnasio”, contó. Hoy sigue peleando por subir de peso, pero con una actitud que inspira: “Si tú al desnudarte te ves al espejo y te gustas, ya has ganado toda la vida«.
Este año, el hipotiroidismo puso a prueba a Virginia. “Bajé mucho para el Miami Swim Week, quería estar tonificada para las pasarelas, pero después no subía”, relató. Aunque admite que le cuesta ganar peso, su meta es clara: “Me gusta ser curvilínea, tener entradita en la cintura”. Pero más allá de los números, su mensaje es poderoso. “Te gustas como eres, sin disfrazar nada, y eso se refleja”, dijo, dejando una lección de amor propio que resuena fuerte entre sus fans.
Virginia prefiere estar lejos del drama y cerca de la paz
Virginia no solo habló de salud. También presumió a su familia, esos “divinos” que la mantienen en tierra. Su hija está creciendo y arrasando en la escuela, mientras su esposo, Cezar Augusto, bailarín en otra cadena, es su roca. ¿Y los rumores de farándula? Los toma con madurez. “En esta industria todo se maximiza, pero los errores son normales en cualquier relación”, dijo sobre un episodio donde archivó fotos en redes, desatando chismes. “No me quejo si yo lancé la primera ola”, agregó con una risa.
Las críticas por su delgadez o sus opiniones sobre bailes en TV no tumban a Virginia. “Quien me conoce sabe que no hablo mal de nadie”, afirmó. Y aunque conduce Supermodelo 2025 en Ecuavisa, un programa con hombres y mujeres compitiendo, prefiere no leer el hate (odio) en redes. “Nadie entra a tu casa si no abres la puerta”, soltó, y con esa frase nos ganó.