Es la primera vez que en el país registra un número oficial por este fenómeno: en 2024 hubo 101.000 personas que fueron obligadas a dejar sus hogares para huir de la inseguridad.
Ecuador es la tercera nación más afectada de toda América Latina, solo superada por Haití con 889.000 desplazados y Colombia con 388.000.
Lo revela el Informe Global sobre Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para los Refugiados, publicado en mayo de 2025.
El desplazamiento forzado en Ecuador -señala el documento- es el reflejo del avance de las actividades de los grupos narcoterroristas y su disputa por el control territorial.
Según el director del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, Renato Rivera, el desplazamiento interno está relacionado con la fragmentación entre organizaciones criminales. “Eso ha provocado un aumento de la violencia en los barrios y despertado el interés de los nuevos grupos criminales por controlar el territorio”.
Aquello -recalca- se evidencia a través de la violencia y el aumento de las extorsiones, “que son una forma de controlar territorios y ofrecer redes privadas de protección. Muchas personas no pueden pagar y deciden irse”.
Fue lo que le ocurrió a Narcisa Solórzano, 67 años, una manabita oriunda de Chone que vive hace 5 años en Durán (Guayas). “En abril de 2025 me balearon la casa en la madrugada. Unos días antes habían exigido 2 mil dólares de ‘colaboración’ a mi hijo, que tiene un pequeño negocio y él se negó a pagar la vacuna. Quienes nos pedían el dinero eran de la banda de Ben 10. Tuvimos que agarrar nuestras cosas e irnos. Nos podían matar, como ya ha pasado con unos vecinos”.
Luisa María Cabrera, de 57 años, vendió su casa en Durán en mayo pasado. “Me dieron la mitad de lo que vale, pero fue la única opción. No podía dormir, las extorsiones y amenazas eran constantes”. Se mudó a una ciudadela cerrada de Daule, donde alquila una villa.
Narcotráfico
Las zonas con mayores desplazamientos coinciden con rutas del narcotráfico. “Esta concentración de la violencia tiene una correlación con los nodos viales del país, por donde transita la droga”, explica el titular del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.
El informe agrega que la estela de violencia ha generado un eslabón más en la cadena de vulneraciones: el cierre de escuelas. Sobre este dato El Diario solicitó una versión al Ministerio de Educación y aún espera respuesta.
Según el Consejo Noruego para los Refugiados, la mitad de las personas encuestadas declaró que toda su familia había huido, “reflejando la magnitud de la inseguridad en las comunidades afectadas. Los grupos criminales han incrementado sus actividades en los últimos años, particularmente en las cercanías de la capital, Quito, y en Esmeraldas, Manabí, El Oro y Guayas”.
Para Sol Borja, analista política, son familias que abandonan sus hogares porque “alrededor los tiroteos no paran, porque a uno o varios niños ya les alcanzó la ‘bala perdida’ incluso estando dentro de sus casas. Ya ni ahí pueden estar protegidos de los coletazos de la violencia que los alejó, primero de los parques, luego de las calles, y finalmente, los expulsa de sus propias casas, para convertirlos en ciudadanos errantes, sin esperanzas, sin la certeza de tener un techo bajo el cual dormir la próxima noche”.
Lo pierden todo, según Borja: el arraigo, la rutina, los afectos, “los pocos vínculos que quedaban en un barrio en donde podían sentarse en la vereda a conversar con los vecinos o jugar a la pelota los domingos en la tarde. Pero eso se acabó. De a poquito, la violencia se fue tomando las calles, el parque, las casas, los negocios y sus vidas”.
Estado debe responder en 6 meses
Un tribunal de garantías penales Guayaquil otorgó una acción de protección a los habitantes de las etapas 1 y 2 de Socio Vivienda, en Guayaquil, para frenar el desplazamiento forzado de familias por la violencia. Socio Vivienda es el lugar más peligroso del país. Allí, el pasado 6 de marzo, 22 personas fueron asesinadas a plena luz del día. Según el fallo, deben trabajar en mesas interinstitucionales los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Movilidad, Mujer y Derechos Humanos, Desarrollo Urbano y Vivienda, así como al Municipio de Guayaquil y la Defensoría del Pueblo. Y en un plazo máximo de seis meses presentar planes de acción a corto y largo plazo para enfrentar la situación que generó el desplazamiento forzoso. La cifra: Ecuador es el país más violento de América Latina, con una tasa de 38 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El dato: Solo entre enero y abril de 2025, Ecuador registró 3.094 homicidios intencionales, un incremento del 58% con respecto al mismo periodo de 2024. La frase: “El número de desplazamientos internos asociados con conflictos y violencia en las Américas se duplicó en 2024, alcanzando los 1.5 millones, debido al agravamiento de la violencia en Haití, el conflicto persistente en Colombia y la disponibilidad de nuevos datos en Ecuador”. Informe Global sobre Desplazamiento Interno
Por: Allen Panchana. (MV).