La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), con el apoyo del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (IDIAPJGol), ha publicado un estudio en la revista Atención Primaria en el que recomienda a los médicos de atención primaria prescribir ejercicio físico en sus consultas de la misma manera que los fármacos, con dosis, frecuencia y objetivos definidos. El objetivo es aumentar la eficacia de esta medida en la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades crónicas.
Prescripción de ejercicio: una herramienta médica infrautilizada
Según el estudio, aunque los beneficios del ejercicio físico regular están ampliamente demostrados, su prescripción efectiva en la atención primaria es aún poco frecuente. En muchas consultas, los profesionales se limitan a recomendar actividad física sin establecer un plan estructurado ni realizar un seguimiento.
“No basta con recomendar ejercicio: hay que prescribirlo“, señala la doctora Montserrat Romaguera, médica del Grupo de Ejercicio Físico de la CAMFiC y coordinadora del estudio. Añade que una prescripción concreta aporta claridad, seguridad y mayor adherencia por parte del paciente.
Barreras identificadas en la atención primaria
El estudio detecta múltiples barreras que dificultan la implementación de esta práctica en los Centros de Atención Primaria (CAP). Entre ellas destacan:
- Falta de tiempo en las consultas médicas.
- Ausencia de protocolos clínicos específicos para la prescripción de ejercicio.
- Insuficiente formación de los profesionales en esta área.
- Débil coordinación interdisciplinaria, que impide un enfoque integral.
Estas limitaciones impiden que la actividad física sea integrada de forma sistemática en los planes terapéuticos.
Hacia un cambio de modelo en la medicina preventiva
Los autores del estudio proponen un cambio estructural en el sistema de atención primaria que permita incorporar la prescripción de ejercicio físico como una herramienta médica esencial. Para ello, consideran fundamental:
- Desarrollar guías clínicas específicas para la prescripción de actividad física.
- Impulsar formación continua para médicos y profesionales sanitarios.
- Mejorar la coordinación entre disciplinas como medicina, fisioterapia y educación física.
“Cuando hablamos de recomendación, el mensaje queda demasiado genérico y difuso. La prescripción médica, en cambio, puede tener un impacto real en la adherencia del paciente a la actividad física”, explicó Romaguera.
Beneficios de la actividad física documentados
El estudio recuerda que la práctica regular de ejercicio físico está asociada a numerosos beneficios para la salud, entre ellos:
- Prevención de enfermedades cardiovasculares.
- Reducción del riesgo de cáncer de mama y de colon.
- Mejora de la fuerza muscular, flexibilidad, agilidad y resistencia cardiovascular.
- Reducción del sedentarismo y sus consecuencias en la salud mental y metabólica.
Además, la incorporación sistemática de actividad física puede contribuir a reducir el consumo de medicamentos en ciertos grupos de pacientes y mejorar la calidad de vida general.
Conclusiones del estudio
La CAMFiC y el IDIAPJGol concluyen que para que el ejercicio sea eficaz como herramienta terapéutica, debe dejar de ser una recomendación genérica y pasar a formar parte de la práctica médica formal, con indicaciones claras, frecuencia recomendada, intensidad y un seguimiento clínico adecuado.
El trabajo plantea así una visión más proactiva y personalizada de la medicina familiar, en la que el ejercicio físico se trata con el mismo rigor clínico que cualquier otro tratamiento.