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Noveno día, la vida en Nazaret
Cómo rezar la Novena
Se inicia con la señal de la Santa Cruz: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
1.- Oración para comenzar
Benignísimo Dios de infinita caridad que nos haz amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.
Villancicos
2.- Lectura Bíblica
Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su Madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres. (Lc. 2,51-52)
Consideración del día.
Dos frases para resumir toda una vida. Obediencia, trabajo, oración, amor, silencio. Esa es la vida de un carpintero en un pequeño pueblo, hace dos mil años. Y es la vida más plena, más luminosa, más fecunda.
Que yo también aprenda a vivir mi pequeña vida en el silencio y la esperanza de lo grande, como realización personal y servicio a los demás.
3.- Oración para la familia
Señor haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya abandono porque Tú estas con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con más amor. Haz Señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz Señor de nuestros hijos lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para siempre en ti. Amén.
4.- Oración a la Virgen
Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar de nuestra patria y del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida familiar. Que estas fiestas de Navidad, que nos reúnen alrededor del pesebre donde nació tu Hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar las ofensas y nos den sencillez para reconocer los errores que hayamos cometido.
Madre de Dios y Madre Nuestra, intercede por nosotros. Amén.
5.- Oración a San José
Santísimo San José esposo de María y padre adoptivo del Señor, tú fuiste escogido para hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a los padres de familia; que ellos sean siempre en su hogar imagen del padre celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan cabalmente la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles, con un esfuerzo continuo, lo mejor de sí mismos. Ayuda a los hijos a entender y apreciar el abnegado esfuerzo de sus padres. San José modelo de esposos y padres intercede por nosotros. Amén.
Padre Nuestro…
6.- Oración al niño Dios
Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.
Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es navidad. Amén.
Gloria al Padre….
7.- Gozos
Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
¡Oh sapiencia suma del Dios Soberano, que al nivel de un niño te hayas rebajado! ¡Oh divino infante ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!
¡Oh Adonai potente que, a Moisés hablando, de Israel al pueblo disteis los mandatos!  Ah ! ven prontamente para rescatarnos. Y que un niño débil muestre fuerte brazo!
¡Oh raíz sagrada de Jesé, que en lo alto presentas al orbe tu fragante nardo! ¡Dulcísimo niño que has sido llamado Lirio de los Valles bella flor del Campo! 
¡Llave de David que abre al desterrado la cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, Oh Niño, con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!