La terapia asistida con perros ha ganado terreno en los últimos años. Este método es cada vez más popular en pacientes con diferentes afectaciones de salud.
El tratamiento, que incluye a canes que ofrecen compañía y amor, reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
Está constatado que el contacto entre humanos y perros, además de brinda beneficios emocionales, contribuye a mejorar la calidad de vida de muchas personas.
La revista médica Journal of Psychiatric Research afirma que la terapia asistida con perros es sanadora.
Terapia asistida con perros para pacientes
Según el veterinario Andrés Arteaga, los terapeutas usan la terapia asistida con perros para ayudar a pacientes en la rehabilitación física.
“Ya que la presencia de un animal puede motivar a las personas a participar en ejercicios que resultan desafiantes”, indica.
También habla de los beneficios en menores que tienen varias enfermedades. “En el caso de niños con autismo, la terapia asistida con perros es maravillosa”, dice.
Se ha encontrado que los menores que interactúan con animales muestran mejoras en la comunicación verbal y disminución de malos comportamientos.
En adultos mayores
Andrés Arteaga informa que muchos países han comenzado a practicar la terapia asistida con perros en hospitales y residencias de ancianos.
“Las visitas regulares de perros pueden reducir la soledad entre los residentes de hogares de ancianos”, expresa el profesional.
“Aquellas interacciones mejoran el estado de ánimo del paciente y traen efectos positivos en su presión arterial y frecuencia cardíaca”, agrega.
“Los adultos mayores que participan en estos programas tienen una mayor satisfacción con su vida y una sensación de conexión con el mundo que les rodea”, señala Arteaga.
La inclusión de animales de compañía en los planes de cuidado demuestra el poder de la conexión humano-animal y su capacidad para cambiar vidas.
El tratamiento asistido con perros ofrece un rayo de esperanza y felicidad a quienes lo necesitan.
La terapia asistida con perros se dirige a cubrir las necesidades de las personas que padecen algún tipo de discapacidad física o psíquica.
Los programas de trabajo se adaptan a las necesidades específicas de cada individuo o colectivo.