Las lluvias han cesado y ha dejado un problema grave en las zonas rurales de Manabí: vías en mal estado. Baches, socavones y lodo, es lo que predomina en las vías hacia las distintas comunidades, en la mayoría de los cantones de Manabí. Algunas de estas arterias se han vuelto intransitables para los vehículos pequeños.
Desde la vía Jipijapa – Noboa hacia la comunidad de San Carlos, por ejemplo, permanece llena de lodo, tierra y desniveles que impiden la circulación en auto. Gloria Zorrilla, habitante de esta comunidad, dijo que los carros tanqueros han deteriorado más la vía y los carros pequeños no pueden ingresar a la comunidad. Si intentan hacerlo, corren el riesgo de quedarse atascados en el lodo, pues este camino rural carece de lastrado.
Lo preocupante, es que esta zona rural de Jipijapa es productora de caña de azúcar y se elaboran productos como la panela, cuya producción se vuelve complicada sacar a la cabecera cantonal. En la vía hacia la comunidad Agua Dulce de este mismo cantón, está en similar situación: llena de baches y lodo.
En otras zonas tienen el mismo problema
Más al sur, en el cantón Paján, el panorama de las carreteras rurales luce igual. Antonio Perea, dirigente campesino, cuestionó el estado de las vías, sobre todo la Paján – El Encuentro que está llena de baches y de pequeñas lagunas que se forman producto de las lluvias que aún caen en esta zona.

Esta vía une a distintas comunidades de los cantones Paján y 24 de Mayo. A la altura del sitio La Guayaba, se ha formado un socavón y representa un riesgo para quienes transitan. Esto, porque está habilitado solo un tramo de la carretera y por una mala maniobra de un conductor, puede caer al barranco que tiene una profundidad de unos 100 metros.
En la vía Sucre (24 de Mayo) – Jipijapa también predominan los baches. Daniel Cárdenas, habitante de la zona, dijo que la vía se deteriora a diario y lamentó que ninguna autoridad le preste atención. “En las partes que están más dañadas ya se han registrado robos, porque de ley tienen que parar el vehículo para pasar despacio por estos baches”, comentó.
Celestino Pisco, solicitó que se realice el mantenimiento de la carretera. Dijo que todos los agricultores de esta zona están por sacar la cosecha de maíz y se les dificultará trasladarlo a la cabecera cantonal. “Por aquí transitan hasta carros pesados”, indicó.
La mayoría de las vías rurales requiere rehabilitación
En Manabí, son 10.781,55 kilómetros (km) de vías rurales. En el plan vial del 2019, difundido por el Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (CONGOPE), se menciona que 4.536.31 km de las vías son de rodadura de tierra; 3.885,44 km de lastre; 1.734,06 km de pavimento flexible; 435,69 km de pavimento rígido; 124,2 km empedrado; y 65,85 km de material mixto.

De los 10.781,54 km de vías; 942.62 km requieren un mantenimiento periódico; 2.146,52 km reconstrucción, y 7.692.42 km rehabilitación.
Lenin Ortega, habitante del cantón 24 de Mayo, dijo que el invierno de este año dañó más las vías rurales. «Con las lluvias el agua bajó de las montañas buscando su cauce. Eso provocó que las vías queden llenas de tierra y que se levante un poco el terreno», señaló Ortega.
Puso de ejemplo la vía Sucre – Jipijapa, y 24 de Mayo – Noboa, que se han deteriorado más con el invierno y se han caído árboles. Cree conveniente que se debería trabajar en las colinas para evitar que se sigan deslizando.
En esta última vía, maquinarias de la Prefectura de Manabí realizan la rehabilitación desde el sector El Porvenir hasta Los Palmares. Hasta ahora no se conoce la planificación que tiene la Prefectura, para el mantenimiento de las vías rurales en los demás cantones. El Diario solicitó una entrevista con la dirección correspondiente, pero aún no se ha concretado.

Prefecto espera el pago de las alícuotas
El prefecto Leonardo Orlando, dijo que están esperando que lleguen los recursos de las alícuotas pendientes. Para este jueves 22 de mayo, se tenía prevista la transferencia de la alícuota de noviembre del 2023, a través de bonos del Estado.
“Con eso vamos a hacer las ofertas a nuestros proveedores quienes quieran acogerse a nuestro mecanismo de pagos que es totalmente voluntario”, señaló el prefecto.
Recalcó que son alrededor de 3,9 millones de dólares lo que se tenía previsto recibir. Con esos recursos, prevén disminuir los pasivos de la prefectura, “pero necesitamos liquidez, esperamos que nos llegue al menos una alícuota de las más atrasadas”, mencionó.
Orlando recalcó que de recibir la alícuota de noviembre del 2023, quedarán pendiente las alícuotas de noviembre del 2024 (40%), diciembre (2024), marzo y abril de este año. En total, el monto que adeuda el Estado por las alícuotas es de estos 3,4 meses es de 27 millones de dólares.
“Esperamos que por lo menos sea una alícuota esta semana y que antes de que termine el mes se pueda hacer un abono adicional, porque sino se nos vence (mayo)”, señaló.
Otra de las deudas del Estado con la Prefectura de Manabí, es por las asignaciones mensuales de la competencia de riego que bordea un millón de dólares, señaló el prefecto.