En los últimos años, el vapeo se ha convertido en una tendencia creciente entre los jóvenes. Su apariencia moderna, la variedad de sabores y la percepción de que es menos dañino que el cigarrillo tradicional han impulsado su popularidad. Sin embargo, los expertos alertan que su uso frecuente conlleva riesgos que no deben pasarse por alto.
De acuerdo con estudios recientes de salud pública, el consumo de vapeadores entre adolescentes y jóvenes adultos ha crecido de forma acelerada. Las redes sociales, la publicidad encubierta y la influencia de grupos de amigos han normalizado esta práctica, convirtiéndola en un símbolo de “estilo de vida” para muchos.
Lo preocupante es que, aunque el vapeo fue creado originalmente como una herramienta para ayudar a dejar de fumar, su uso se ha desplazado hacia personas que nunca habían consumido tabaco. Esto implica que se está generando una nueva generación con dependencia a la nicotina y otros compuestos químicos.
Lo que realmente inhalas
Los vapeadores funcionan calentando un líquido —llamado e-líquido o e-juice— que contiene propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes y, en la mayoría de los casos, nicotina. Este vapor no es inocuo: estudios han demostrado que puede contener metales pesados como plomo y níquel, además de compuestos orgánicos volátiles que irritan las vías respiratorias y afectan los pulmones.
Incluso los vapeadores que dicen ser “libres de nicotina” pueden contener trazas de esta sustancia, que es altamente adictiva y puede afectar el desarrollo del cerebro en personas menores de 25 años, etapa en la que las funciones cognitivas y de autocontrol aún están en formación.
Efectos en la salud a corto y largo plazo del vapeo
El uso frecuente de vapeadores puede provocar:
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Irritación de garganta y tos persistente.
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Inflamación de las vías respiratorias.
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Dificultad para respirar durante actividades físicas.
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Aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial.
A largo plazo, las investigaciones apuntan a posibles daños pulmonares permanentes, alteraciones en el sistema cardiovascular y mayor riesgo de adicción. Casos graves de EVALI (lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos) han sido reportados en diferentes países, algunos de ellos con desenlaces fatales.
La falsa sensación de seguridad de los vapeadores
Parte del problema radica en la idea errónea de que vapear es completamente seguro. Si bien es cierto que elimina el humo y algunas toxinas del tabaco convencional, introduce otras sustancias que también pueden ser nocivas.
Los especialistas en salud recomiendan campañas educativas para que los jóvenes reciban información clara y objetiva sobre los riesgos reales de los vapeadores, así como la implementación de regulaciones más estrictas para la venta y publicidad de estos dispositivos, especialmente hacia menores de edad.
Un llamado a la conciencia
El vapeo no es solo una moda pasajera: es un hábito que puede marcar la salud de toda una generación. Informarse y tomar decisiones conscientes es clave para evitar que una tendencia estética se convierta en un problema de salud pública.
Como señalan los expertos, “lo que hoy parece un juego o un accesorio de moda, mañana podría convertirse en una adicción difícil de abandonar”.