Juan Pablo Torres, economista, alertó: “La informalidad es el talón de Aquiles de las utilidades en Manabí”. En contraste, Carla Guzmán, vendedora ambulante en Portoviejo, lamenta: “Trabajo igual de duro, pero no veo ese dinero”. Estas voces reflejan una realidad dual: mientras unos celebran el ingreso extra, otros, fuera del sistema formal, observan desde la margen un beneficio que no los alcanza.
El 68% de los trabajadores formales, o 122.400 personas, recibe los $120 millones gracias a las ganancias de 2024, distribuidas en un 10% equitativo y un 5% por cargas familiares. Sin embargo, el foco está en el 60% informal, unos 250.000 trabajadores, que no acceden a este derecho por no estar bajo relación de dependencia o por no estar afiliados al IESS. Esto convierte a las utilidades en un privilegio de los formalizados, dejando una deuda social pendiente.
Desigualdad entre los trabajadores formales
Incluso entre los trabajadores formales hay desigualdad. Luis Intriago dijo que el año pasado recibió poco más de 100 dólares en la empresa donde trabajaba, mientras que su hermano, que labora en la sucursal de una reconocida entidad nacional, cobró alrededor de $10.000. “Imagínese, mi trabajo era mucho más duro y exigente que el de él, pero tenía la suerte de recibir más porque labora en una empresa solvente y que genera buenas ganancias”, mencionó Luis, quien actualmente trabaja en una entidad pública.
Indicadores de la exclusión y contexto económico
La exclusión de los informales en Manabí se mide con datos concretos y comparativas nacionales:
- 68%: de trabajadores formales beneficiados.
- 32%: de trabajadores formales sin utilidades por falta de ganancias.
- 60%: porcentaje de informales en la provincia.
- 250.000: trabajadores informales excluidos.
- $120 millones: monto total de utilidades.
- $980: promedio por trabajador formal.
- 8%: aumento del monto desde 2024.
- $45 millones: aporte del comercio.
- 70%: informalidad promedio en Ecuador.
- $150 millones: proyección 2026 con crecimiento sostenido.
La informalidad laboral es un problema nacional
La informalidad en Manabí (60%) es menor al promedio nacional (70%), pero sigue siendo crítica. Según la economista Verónica Artola, “sin formalización, las utilidades seguirán siendo elitistas”. En 2024, el monto fue de $111 millones, y el crecimiento del 8% no alcanzó a los informales. El comercio y la manufactura lideran, pero microempresas sin ganancias también excluyen al 32% de los formales.
Empresarios abogan por políticas de formalización; pero también se reclama un reforma urgente del Código de Trabajo, pues, a criterio de personas como Jorge Bazurto, quien tiene un emprendimiento, el marco legal actual desestimula a quienes quieren invertir en Ecuador.
Las utilidades no llegan a todos los trabajadores
Los $120 millones en utilidades que se reparten en Manabí no llegan a sectores como vendedores ambulantes o agricultores independientes, que representan el grueso de la economía informal en la provincia.
El plazo del 15 de abril marcará el fin del reparto de $120 millones en Manabí, pero no el de las preguntas que deja. Juan Pablo Torres y Carla Guzmán personifican una lucha silenciosa: la de quienes, a pesar de su esfuerzo, no figuran en las nóminas beneficiadas. El 68% celebra, pero el 60% excluido recuerda que, en esta tierra de oportunidades, el progreso aún tiene fronteras marcadas por la formalidad.