Antes de convertirse en el papa Francisco, líder de la Iglesia Católica desde 2013, Jorge Mario Bergoglio vivió un amor juvenil que marcó su vida. Amalia Damonte, su vecina en el barrio de Flores, Buenos Aires, compartió con medios argentinos detalles de su relación cuando ambos eran niños. Según Damonte, ella y Bergoglio compartían una infancia humilde, jugando en las aceras, bailando en parques y valorando la solidaridad y el amor por los pobres. “Era grande, maduro, una maravilla de muchacho. Jugábamos en las aceras o en los parques de la zona, bailábamos… algo muy lindo”, relató.
Quería formar una familia
A los 12 años, Bergoglio no soñaba con el sacerdocio, sino con formar una familia junto a Damonte. En una carta, le expresó su deseo de casarse, prometiendo que, si ella no aceptaba, se haría sacerdote. La carta incluía un dibujo de una casita, símbolo de sus planes futuros. Sin embargo, la madre de Damonte descubrió el escrito, la castigó severamente y le prohibió continuar la relación con Bergoglio (papa Francisco). “Le pedí que no me viese más”, explicó Damonte, describiendo el episodio como “cosas de chicos”. Esta ruptura forzada marcó un punto de inflexión en la vida de Bergoglio.
Tras el fin de su relación, las familias de ambos se mudaron del barrio. Aunque mantuvieron contacto esporádico a través de cartas durante algunos años, sus vidas tomaron rumbos distintos. Damonte se casó y formó una familia, mientras Bergoglio ingresó al seminario, se ordenó sacerdote y, décadas después, fue elegido papa, convirtiéndose en el primer pontífice latinoamericano. La historia de este amor frustrado resurgió cuando Bergoglio asumió el papado, captando la atención de medios internacionales.
Su conexión con Bergoglio
Años después, Damonte reflexionó sobre su conexión con Bergoglio, destacando sus valores compartidos. “Creo que él es muy sensato, y yo soy así también. Soy muy humilde. Tal vez en ese sentido podríamos ser almas gemelas. Como somos muy humildes, amamos a los pobres”, afirmó. Sin embargo, lamentó que en la sociedad actual “no hay amor por los pobres” y que “la gente ama la ropa elegante y nada más”. Estas palabras reflejan los principios de humildad y servicio que han definido al papa Francisco, conocido por su cercanía con los marginados y su estilo de vida austero.
La historia de Damonte humaniza la figura del papa Francisco, mostrando cómo una experiencia personal influyó en su vocación religiosa. Aunque no han mantenido contacto directo desde su ascenso al papado, el relato de Damonte ofrece una ventana a los orígenes de un líder cuya trayectoria combina fe, sacrificio y compromiso social.
Elegido Papa Francisco en 2013
Jorge Bergoglio, elegido papa Francisco en 2013, es el primer pontífice latinoamericano y jesuita, reconocido por su enfoque en la humildad y la justicia social. Su infancia en el barrio de Flores, un área obrera de Buenos Aires, moldeó su visión del mundo, marcada por la sencillez y la empatía hacia los necesitados. La historia con Amalia Damonte, aunque breve, ilustra cómo las decisiones personales pueden tener un impacto profundo en trayectorias de liderazgo global.