El féretro del papa Francisco, fallecido el 21 de abril, recorrerá 6 kilómetros desde la Basílica de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor en Roma el 26 de abril, cumpliendo su voluntad de ser enterrado en un lugar de devoción mariana.
El Vaticano organizó un cortejo fúnebre solemne para trasladar el féretro de Francisco tras su funeral en la Plaza de San Pedro. El mismo estuvo oficiado por el cardenal Giovanni Battista Re. El recorrido seguirá parcialmente la antigua Vía Papalis. Un vehículo adaptado, descrito como un papamóvil modificado, llevará el féretro a una velocidad de 10 km/h, permitiendo la visibilidad del cuerpo.
El trayecto contempla desde la Puerta del Perugino, evitando la Plaza de San Pedro. Pasará por lugares icónicos como el Coliseo romano, la galería Príncipe Amadeo de Saboya, Corso Vittorio Emanuele, Plaza Venecia, los Foros Imperiales, Via Labicana y Via Merulana. Lo hará hasta llegar a la plaza de Santa María la Mayor. El tráfico estará cerrado, y cuatro pantallas gigantes facilitarán la visualización para los fieles.
La despedida de papa Francisco
La Basílica de Santa María la Mayor, elegida por Francisco por su devoción a la Virgen Salus Populi Romani, albergará su tumba sencilla, con una losa de mármol inscrita solo con “Franciscus” y una cruz pectoral en plata. Este será el primer entierro papal fuera del Vaticano en más de un siglo.
Unas 200.000 personas, 50 jefes de Estado y delegaciones de 170 países, incluyendo figuras como Donald Trump y Felipe VI, participan del mismo. Tras el entierro, la tumba estará abierta al público desde este domingo 27 de abril.
Logística y simbolismo
El cortejo, escoltado por cardenales, refleja la humildad que marcó el pontificado de papa Francisco. Un grupo de 40 personas, incluyendo indigentes y víctimas de trata, recibirá el féretro con rosas blancas, simbolizando su compromiso con los marginados.