Tupac Amarú, un caballo de pura raza, se convirtió en un símbolo de las excentricidades de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias “El Mexicano”, uno de los narcotraficantes más notorios de Colombia. Adquirido por un valor de un millón de dólares en su momento, equivalentes a aproximadamente 2.5 millones de dólares actuales, este equino gozó de lujos y atenciones sin precedentes, reflejando el poder y la opulencia de su dueño.
Su historia, que incluye desde un veterinario personal hasta fiestas de cumpleaños con pasteles de varios pisos y yeguas seleccionadas a su antojo, culminó con su muerte en 1994, cinco años después de la caída de Rodríguez Gacha, dejando un testamento con instrucciones específicas sobre su destino.
Un símbolo de poder y excentricidad
El amor de “El Mexicano” por Tupac Amarú trascendió lo común. Según detalles compartidos por la creadora de contenido Pao Pineda, el caballo era un “hermoso animal de pelaje negro y 1.60 m de altura“, considerado por muchos como el mejor del mundo. Esta adquisición no fue solo por afición, sino que Rodríguez Gacha lo utilizó para consolidar su imagen de poder dentro del narcotráfico. La hacienda La Chihuahua se convirtió en el escenario de la vida opulenta de Tupac Amarú.
Las atenciones hacia el equino eran extraordinarias. Contaba con un veterinario personal dedicado exclusivamente a su bienestar. Las celebraciones de cumpleaños de Tupac Amarú eran eventos suntuosos, con la presencia de yeguas seleccionadas personalmente por el narcotraficante para su cruce, demostrando el capricho y el control de Rodríguez Gacha sobre cada aspecto de su vida, incluso la de su animal.
El caballo como una carnada
La importancia de Tupac Amarú en la vida de “El Mexicano” fue tal que las autoridades intentaron utilizar al caballo como carnada para capturar al narcotraficante. Sin embargo, Rodríguez Gacha, al enterarse de los planes policiales, tomó la decisión de esconder a su preciado equino en un apartamento en Bogotá, evadiendo así la trampa. Este episodio subraya la conexión y el valor estratégico que el animal representaba para él.
El 15 de diciembre de 1989, Gonzalo Rodríguez Gacha fue abatido en Tolú durante un operativo de la Fuerza Pública. La muerte de su dueño tuvo un impacto profundo en Tupac Amarú, quien, según relatos, experimentó una “pena moral” que se considera una de las causas de su fallecimiento. El caballo murió en 1994, cinco años después de su patrón.
Las últimas horas
La página web mundoequino.com.co documentó las últimas horas de Tupac Amarú. El chalán Itor Montero lo montó por última vez a las 9:30 a.m. El caballo bebió agua a las 10:00 a.m. y poco después se desplomó. Los intentos por auxiliarlo fueron en vano, y a las 11:45 a.m. Tupac Amarú murió, con un diagnóstico de colitis X, una inflamación digestiva fulminante. A pesar de la ausencia de su dueño, “El Mexicano” había dejado instrucciones claras en su testamento sobre el cuidado y el destino final de su animal más querido. (10).