Tres astronautas chinos regresaron este 30 de abril de 2025 a la Tierra, tras cumplir una misión espacial de seis meses en la estación Tiangong. La cápsula de retorno de la nave Shenzhou-19, que transportaba a Cai Xuzhe, Song Lingdong y Wang Haoze, aterrizó con éxito a las 05h18 en el sitio de Dongfeng, en Mongolia Interior, China, marcando el fin de una operación programada y sin incidentes.
Regreso de los astronautas planificado
La Administración Espacial Tripulada de China (CMSA) confirmó que el regreso de la cápsula fue ejecutado conforme al cronograma establecido. Una hora antes del aterrizaje, el Centro de Control Aeroespacial de Pekín ordenó la maniobra de retorno desde la estación terrestre, activando la secuencia automatizada de separación y reingreso.
A las 06:02 hora local, los tres astronautas ya se encontraban fuera del módulo de reentrada. Según reportes de la CMSA, los miembros de la tripulación gozan de buen estado de salud, tras completar una estancia de 183 días en órbita.
Objetivos de la misión Shenzhou-19
La misión Shenzhou-19, lanzada en octubre de 2024, tuvo como propósito fortalecer las capacidades de operación y mantenimiento de la estación espacial Tiangong. También busca conocer más sobre cómo ejecutar experimentos científicos en condiciones de microgravedad. Durante su estancia, los astronautas realizaron diversas actividades extravehiculares y tareas técnicas clave para el futuro de la presencia orbital china.
El éxito de esta misión representa otro paso significativo en el programa espacial chino, que planea mantener una presencia humana continua en la estación Tiangong hasta al menos 2030.
El programa espacial chino
Desde el inicio del proyecto Tiangong, China ha incrementado su inversión en tecnología espacial, consolidando su posición como una de las principales potencias espaciales. La estación, cuyo nombre significa «Palacio Celestial», se encuentra en operación desde 2021 y ha sido visitada por múltiples tripulaciones.
El programa busca autonomía completa respecto a otras agencias como la NASA o la ESA, desarrollando de forma independiente sus vehículos de lanzamiento, módulos orbitales y sistemas de soporte vital.