El baño de descargo es un ritual ancestral practicado por comunidades en América Latina y el Caribe, que utiliza plantas medicinales para eliminar energías negativas. Realizados desde hace siglos, principalmente en hogares, buscan promover bienestar físico y espiritual.
Estos baños combinan agua con hierbas para purificar el cuerpo y la mente, alejando las malas energías, estrés o influencias negativas.
Cabe destacar que no están ligados a una religión específica, aunque a menudo se asocian con tradiciones espirituales.
Las mejores hierbas para hacer un baño de descargo
Las hierbas para realizar este tipo de ritual se dividen en dos categorías: amargas, para eliminar negatividad, y dulces, para atraer buena suerte.
Entre las amargas destacan la ruda, que se usa por su capacidad para neutralizar malas energías, el romero, conocido por sus propiedades purificantes, y la salvia, empleada para limpieza espiritual.
Las hierbas dulces incluyen la manzanilla, que promueve calma, la lavanda, asociada con armonía, y la albahaca, utilizada para atraer prosperidad.
Cada planta se selecciona según el propósito del baño de descargo. Por ejemplo, la ruda se hierve sola para despojos fuertes, mientras que la manzanilla se combina con otras hierbas dulces para baños de atracción. Es crucial usar plantas frescas o secas de buena calidad, adquiridas en mercados locales o herbolarios certificados.
Paso a paso para hacerlo desde casa
El procedimiento es sencillo y se puede realizar en casa. Primero, se hierven 2 litros de agua con un puñado de hierbas (una o varias, según el objetivo) durante 5 a 7 minutos.
Luego, se cuela el líquido y se deja enfriar hasta que esté tibio. Tras un baño regular, se vierte la infusión desde la cabeza hacia los pies, evitando el contacto con los ojos.
No se enjuaga el cuerpo después, para que las propiedades de las plantas actúen. El proceso se repite durante tres días, preferiblemente en luna menguante para despojos o creciente para atracción.
Contexto y recomendaciones
Los baños de descargo tienen raíces en prácticas de esclavos africanos y comunidades indígenas, quienes usaban plantas locales para rituales de purificación.
Hoy, su uso se extiende a contextos urbanos, con tutoriales en línea y productos esotéricos disponibles. Sin embargo, expertos recomiendan aprender de fuentes confiables, como herbolarios o guías culturales, para respetar las tradiciones y evitar el uso incorrecto de plantas, algunas de las cuales pueden ser irritantes si no se manejan adecuadamente.
Para mejores resultados, se sugiere realizar los baños en un ambiente tranquilo, con velas o incienso, y mantener una intención clara. No se deben añadir jabones, perfumes ni aceites al agua, ya que pueden alterar las propiedades de las hierbas.