¿Es de los que siempre termina con más picaduras que el resto en una reunión al aire libre? La explicación podría estar en el tipo de sangre, según revela un estudio que analiza el comportamiento de los mosquitos y su atracción hacia los humanos.
La investigación realizada por el Institute of Pest Control Technology, que analizó a 64 personas, determinó que los mosquitos Aedes albopictus se posaban sobre las personas con tipo de sangre O casi dos veces más que sobre las personas con sangre tipo A.
Según este estudio, el tipo de sangre puede determinar en una pequeña medida la preferencia de los mosquitos al picar, pero no se puede cambiar el tipo de sangre para poder evitarlos, por lo que es importante utilizar la protección adecuada para evitar picaduras graves. Los tipos B y AB se ubican en un punto intermedio, con menor vulnerabilidad.
El sudor y la saliva delatan a los más propensos
Especialistas en entomología explican que esta diferencia se debe a los antígenos que cada grupo sanguíneo secreta. “Las personas con tipo O liberan compuestos específicos en su sudor y saliva que los mosquitos detectan fácilmente”, señala Luis Espinoza, biólogo investigador en insectos hematófagos. Estos compuestos, imperceptibles para los humanos, se convierten en señales de atracción para los mosquitos.
Pero el tipo de sangre no es el único elemento que influye en la frecuencia de las picaduras. Existen otros factores ambientales y fisiológicos que juegan un papel clave.
Estudio detalla los factores que aumentan la atracción de los mosquitos
-
Dióxido de carbono (CO₂): Las personas con mayor masa corporal o que realizan ejercicio intenso emiten más CO₂, lo que los convierte en objetivos preferidos.
-
Olor corporal: El sudor contiene ácido láctico, amoníaco y otros compuestos que pueden atraer a los mosquitos según su concentración individual.
-
Temperatura y humedad de la piel: Los mosquitos prefieren las zonas cálidas y húmedas del cuerpo.
-
Color de la ropa: Las prendas oscuras absorben más calor, haciendo a las personas más visibles y atractivas para estos insectos.
¿Cómo protegerse de las picaduras?
Conociendo estos factores, los expertos recomiendan medidas preventivas simples pero eficaces: utilizar repelentes aprobados, vestir ropa clara y cubrir brazos y piernas, sobre todo en zonas húmedas o en horarios de mayor actividad del mosquito.
También se sugiere evitar actividades físicas intensas al aire libre durante el amanecer o atardecer, momentos en los que estos insectos son más activos.
El estudio confirma lo que muchos intuían: no todas las personas son igual de atractivas para los mosquitos, y hay razones científicas detrás. Conocer estos factores no solo ayuda a comprender por qué algunas personas sufren más picaduras, sino que permite aplicar estrategias personalizadas de protección. (36)