Todo vehículo, en algún momento de su vida útil, requerirá el cambio o reparación de repuestos. Conocer ciertos aspectos claves de estas piezas marcará la diferencia entre un daño irreparable o una solución a corto plazo y que no ponga en riesgo la seguridad vehicular.
Por ejemplo, cuando el sistema de frenos ABS se activa, el pedal vibrará a causa del retorno del líquido de frenos, sin significar que exista un fallo. Este y otro tipo de información es básico conocer para garantizar un correcto funcionamiento de cada pieza y, por ende, alargar su vida útil.
Diego Vera, gerente de repuestos multimarca en Teojama Comercial, explicó que “un vehículo puede tener de 70 mil a 90 mil piezas, de acuerdo a estimaciones globales de la industria, y cada una cumple una función específica, por tanto, todas son igual de importantes al momento de garantizar rendimiento y seguridad. Por eso, es fundamental conocer cuáles son las características de cada repuesto para cuidar el auto y también evitar gastos mayores”.
Todos los vehículos cuentan con un manual del fabricante, en este se detalla la programación de los chequeos a manera de calendario, conforme al kilometraje recorrido, dependiendo su uso. Los vehículos de trabajo son los que requieren cambio de repuestos con mayor frecuencia.
Principales repuestos y sus curiosidades:
- Filtro de aceite: Algunas piezas de los vehículos tienen una textura áspera o rugosa, el aceite evita la rotura por rozamiento, calor, corrosión, impurezas, entre otros. Lo más recomendable es realizar el cambio cada 3 mil a 5 mil kilómetros. Este cambio también ayuda a mantener la lubricación adecuada para el funcionamiento óptimo del motor y evita que el aceite pierda una de sus propiedades principales que es la viscosidad o que se vuelva demasiado líquido.
- Filtro de combustible: Ayuda a mantener libre de impurezas el combustible, mismo que puede contaminar y degenerar el desempeño del motor. Un filtro sucio puede ocasionar que el carburante, al pasar por este, arrastre partículas de suciedad, llevándolas hacia piezas delicadas como los inyectores y las válvulas, donde estos residuos podrían provocar abrasión, rozaduras o roturas de piezas.
- Filtro de aire: Detiene las impurezas contenidas en el ingreso de aire, que mayormente son partículas de polvo, que al llegar al motor actúan como material de fricción, acelerando su desgaste y posible daño permanente. Este repuesto además garantiza una correcta ventilación al interior del vehículo, considerando que seis minutos dentro del coche equivale a treinta minutos de exposición a la concentración de polvo y gases que se encuentran en el ambiente.
- Embrague: Es un set o juego de tres elementos: plato, disco y rodamiento; es importante realizar revisiones periódicas, ya que sus componentes están sometidos a fricción y altas temperaturas que ocasionan un deterioro o desgaste prematuro. Uno de los hábitos que más desgasta esta pieza es mantener presionado el pedal de embrague todo el tiempo.
- Zapatas y pastillas de freno: Son parte del sistema de seguridad activa del vehículo, es decir, intervienen en la prevención de accidentes. El cambio de estos repuestos requieren de un rodaje de asentamiento, evitando frenazos bruscos durante los primeros 200 a 500 km.
- Refrigerante: En las inspecciones periódicas es importante también revisar los niveles de refrigerante, ya que su principal función es garantizar la adecuada temperatura del motor. La cantidad puede variar dependiendo el lugar de residencia, en zonas calurosas se requiere más y en zonas frías menos.
- Bandas de motor: Están conectadas al alternador, bomba de agua, compresor del aire, por estar engranados a estos elementos su función interviene en la carga de la batería, en el sistema de enfriamiento a través de la bomba de agua y ventilador y en los camiones con el compresor de aire que mantiene llenos los tanques de aire. Años atrás se probaron diversos materiales para estas bandas como: nylon, cadenas de metal, cuero, entre otros.
Consecuencias de las piezas en mal estado:
- Pérdida de fuerza en el motor.
- Pérdida de velocidad del vehículo.
- Desgaste prematuro del motor.
- Mayor consumo de combustible.
- Daño permanente del motor.
- Baterías con un mal rendimiento de carga.
De igual manera, “debemos tomar en cuenta que la duración de los repuestos a cambiar, dependen de factores como la calidad de los repuestos, las condiciones normales o severas de uso del vehículo, posibles mañas o defecto de uso. Por ejemplo, en los filtros, aspectos como los materiales, el tipo y la cantidad de componentes usados inciden en la calidad de filtración o contención de partículas contaminantes y la duración en relación directa en la cantidad del papel o elemento filtrante”, indicó el especialista de Teojama Comercial.