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La salud ocular se ha visto perjudicada por el crecimiento de los dispositivos tecnológicos a nuestro alcance. La miopía se ha convertido en una pandemia visual para la que “no estamos educados”.

Hace 100 años los trabajos requerían más esfuerzo físico o mental, donde apenas se utilizaba la visión de cerca. Hoy en día la tecnología ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y de utilizar nuestros ojos.

Con todo avance llega una desventaja y en una de ellos es la miopía.

La miopía es la causa principal de mala visión en jóvenes y adolescentes. Este defecto refractivo dificulta enfocar los objetos que están lejos, por lo que se da una visión borrosa donde las imágenes se forman antes de llegar a la retina.

La Fundación MAPFRE, PantallasAmigas y Visión y Vida, en un seminario virtual celebrado recientemente, se han marcado como objetivo concienciar sobre ello y dar herramientas a jóvenes, familias y docentes para cuidar la visión a través de un uso responsable de las pantallas.

Educar y concienciar

El tiempo de exposición ante las pantallas no deja de crecer. El problema se encuentra en la utilidad que hacemos de ellas, el tiempo de uso y el constante esfuerzo visual que nos exige.

Durante el confinamiento, el trabajo, la formación y el ocio fueron digitales, una práctica que ha echado raíces y  parece haberse quedado con nosotros.

El estudio sobre “Cómo ha afectado el confinamiento a nuestra salud visual”, realizado por Visión y Vida, destaca que uno de cada dos encuestados no notaba igual su visión tras el confinamiento, y uno de cada cuatro confirman que ha empeorado.

Los niños llegaron a utilizar las pantallas durante 4 y 8 horas al día, y un 22 % durante 8 horas o más. Esta rutina visual ha llevado a los jóvenes de 12 a 19 años a mostrar una salud visual en decadencia: 1 de cada 10 ha empezado a usar una compensación óptica por primera vez.

Trabajar con pantallas

Borrosidad, dificultad para enfocar objetos o ver imágenes dobles son algunas de las consecuencias a las que los empleados que trabajan constantemente con pantallas se tienen que enfrentar.

Los expertos recomiendan tomar conciencia:

Mónica Lovera, oftalmóloga del centro médico MAPFRE de Núñez de Balboa, recomienda trabajar en un espacio con luz natural o tenue. La distancia y la altura a la que se encuentre nuestra pantalla también es importante:

“El monitor debe estar más bajo que la mirada lejana para exponer menos la córnea. Si es portátil o un celular la distancia deberá de ser 30-40 cm y si es un computador de sobremesa 1 metro por lo menos”.

Otras de las recomendaciones básicas para proteger nuestra visión se encuentran en la “regla del 20-20-20”, es decir, 20 segundos de descanso cada 20 minutos de uso de pantallas mirando a 20 pies (6 metros).

Prevención

Desde edades tempranas los niños reflejan sus ojos en las pantallas. La doctora Lovera recomienda que los pequeños de 3 y 4 años se hagan una revisión anual ya que no suelen ser conscientes de lo que les pasa.

De esta forma se pueden prevenir trastornos visuales o disminuir su impacto: “La prevención de la miopía se basa en evitar que sea patológica”, dice Lluís Bielsa, óptico-optometrista y vicepresidente de la asociación Visión y Vida.

Pobreza visual

El número de personas que se enfrenta a la pobreza visual es cada vez mayor. La incapacidad de hacer frente al gasto en equipamientos ópticos ha llevado a que la asociación Visión y Vida trabaje junto a las administraciones para “incluir un bono que permita a las familias más necesitadas hacer frente a estos gastos”.

Según el Libro Blanco de la Visión, más de seis millones de españoles podrían estar en esta situación, y más ahora que la pandemia ha puesto a más familias en riesgo de vivir bajo el umbral de la pobreza.