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Después de dos años de pandemia, el retorno a las oficinas sin duda ha marcado un antes y un después en la rutina de las personas.

El estrés, ansiedad y preocupación son frecuentes ante esta nueva realidad, inquietudes que pueden disparar la presión arterial y afectar directamente al corazón.

Pero ¿Cómo la relación entre el estrés, la ansiedad y la presión arterial afectan al corazón? ¿Cómo el estrés a corto plazo afecta su cuerpo, o solo el estrés prolongado es problemático?

La presión arterial alta exige mayor trabajo al corazón y los vasos sanguíneos, haciéndolos funcionar más duro y con menos eficiencia. Esto hace que la cavidad inferior izquierda del corazón (ventrículo izquierdo) se engrose, acrecentando el riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia y muerte cardíaca súbita.

Para el cardiólogo Luke Laffin, de Cleveland Clinic: “la ansiedad y el estrés en sí mismos no necesariamente elevan la presión arterial a largo plazo, pero a menudo tienen un impacto en los factores del estilo de vida, lo que puede contribuir absolutamente a la elevación de presión y generar graves consecuencias”.

¿Cómo el estrés y la ansiedad afectan la presión arterial?

Si bien el estrés y la ansiedad pueden causar tensión arterial, no necesariamente causan elevaciones de presión arterial sostenidas.

Por ello, es importante conocer las dos categorías de estrés que experimentamos: agudo y crónico; y diferenciar los efectos a largo plazo.

Estrés agudo: es temporal causado por un evento específico. Los episodios de ansiedad como tener un ataque de pánico o estar en una situación complicada generarán que el cuerpo de una respuesta fisiológica, aumentando la frecuencia cardiaca y a su vez acelerar el sistema nervioso.

Para el especialista Laffin indica que: “es normal experimentar cambios en la presión arterial a lo largo del día y, por lo general, su cuerpo es hábil para controlarlos. El cuerpo puede manejar bastante bien los cambios agudos en la presión arterial. Lo realmente preocupante es la presión arterial crónicamente elevada”.

Estrés crónico: este se manifiesta en hábitos poco saludables como: dormir menos o mal, no hacer ejercicio, comer por ansiedad, fumar o consumir bebidas alcohólicas. Costumbres que pueden conducir a una presión arterial más alta y aumentar su riesgo de accidente cerebrovascular u otros problemas cardíacos.

Puede ser difícil ver las señales cuando el estrés agudo se convierte en estrés crónico. Sin embargo, el doctor Laffin menciona que, “si un par de semanas se convierten en un par de meses y un par de meses se convierten en un par de años, puede ser muy difícil revertir esos patrones contra la salud. Lo que provocaría más difícil deshacerse de un poco de grasa abdominal adicional, lo que termina aumentando la presión arterial, el azúcar en la sangre, el colesterol en la sangre y más”.

¿Cómo se puede controlar la presión arterial?

Disminuir los niveles de estrés y vigilar la ansiedad, puede reducir su presión arterial y beneficiar directamente al corazón. Entre las opciones más recomendables para mejorar la salud de este órgano están:

Ejercicio regular: una excelente manera de hacer que las personas se sientan mejor, disminuir los niveles de estrés y ayudarlos a adaptarse a situaciones estresantes; generando efectos positivos en la salud de su corazón también son importantes para su presión arterial.

Calidad del sueño: concéntrese tanto en la cantidad como en la calidad de su sueño, con el objetivo de dormir de seis a ocho horas ininterrumpidas por noche. Para mantener una presión arterial estable se debe dormir de seis a ocho horas ininterrumpidas por la noche.

Elimine los factores que le generan preocupación, cuando pueda: para reducir su estrés, es fundamental tratar de eliminar algunas de las cosas que lo causan. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo cuando su principal factor estresante es su trabajo o un miembro de la familia.

Mantenga una dieta saludable para el corazón: los alimentos con alto contenido de sal y grasa pueden aumentar su presión arterial incluso antes que el estrés y la ansiedad. Para mantener baja la presión arterial, trate de reducir el consumo de alimentos saludables para el corazón y ricos en antioxidantes.