Varios expertos publicaron una guía para cuidar tatuajes y piercings recientes en playa o piscina. Las recomendaciones compartidas en el portal de Infosalus destacan el uso de protector solar y evitar inmersiones prolongadas al agua. Estas medidas previenen infecciones y daños en la piel durante el verano.
Quienes tienen tatuajes o piercings recientes necesitan cuidados especiales para disfrutar de la playa o piscina sin riesgos. Una guía publicada en Infosalus, detalla cómo proteger estas modificaciones corporales, evitando complicaciones como infecciones, decoloración o retrasos en la cicatrización. Respaldada por dermatólogos y perforadores profesionales, la información es esencial para mantener la piel sana y el diseño intacto.
Para tatuajes recientes, aquellos con menos de 4-6 semanas, se aconseja evitar la exposición directa al sol y el contacto prolongado con agua salada o clorada. Los expertos recomiendan aplicar protector solar SPF 50 de amplio espectro una vez que la piel cicatrice superficialmente, tras 10-14 días. También sugieren cubrir el tatuaje con ropa ligera o vendajes impermeables en los primeros días para mayor protección.
Tatuajes: Cuidados imprescindibles
La cicatrización de un tatuaje puede tomar hasta 6 semanas, según el tamaño y la zona del cuerpo. En este periodo, la piel es propensa a infecciones y daños por rayos UV. Es crucial mantener el tatuaje limpio con jabón neutro y usar cremas hidratantes con pantenol, como las recomendadas por tatuadores. Sumergirse en el mar o piscinas antes de las 3 semanas puede introducir bacterias, causando inflamación o pérdida de color.
La arena en la playa también es un riesgo, ya que irrita la piel recién tatuada. Los especialistas aconsejan enjuagar el tatuaje con agua limpia tras contacto con arena o agua salada y secarlo con toques suaves. Estas precauciones ayudan a preservar la calidad del diseño y la salud de la piel.
Piercings: Vigilancia en el agua
Los piercings recientes, con menos de 6-8 semanas, son vulnerables al agua de piscinas, por el cloro, o del mar, por sal y microorganismos. La guía sugiere limpiar el piercing 2 veces al día con solución salina estéril y no tocarlo con manos sucias. Cubrirlo con un apósito impermeable en la playa minimiza riesgos de infección.
Piercings en zonas como el ombligo o la lengua son más propensos a irritaciones por movimiento o humedad. No se debe cambiar la joyería antes de los 2-3 meses, y ante enrojecimiento o dolor persistente, es necesario consultar a un perforador profesional.
Lo que debes evitar y limitar
La higiene es clave para ambos casos. Se debe evitar usar productos con alcohol o perfumes, que irritan la piel. Los expertos recomiendan esperar 48 horas tras hacerse un tatuaje o piercing antes de exponerse al agua. Si no puedes resistir un chapuzón, limita el tiempo a 10-15 minutos para reducir riesgos.
Ante signos de infección, como pus, hinchazón o fiebre, es vital consultar a un dermatólogo o perforador. Estas medidas permiten disfrutar del verano sin comprometer la salud ni la estética de tatuajes y piercings.
Los tatuajes y piercings son tendencia, con un 38% de la población entre 18 y 34 años teniendo al menos un tatuaje, según Statista 2024. Sin embargo, las infecciones afectan al 10-20% de los casos sin cuidados adecuados, según la Sociedad Española de Dermatología.