¿Qué tipo de calzado es recomendable para personas que padecen dolor en la columna? Esta es una pregunta frecuente en consultas médicas y fisioterapéuticas. Según diversos especialistas en ortopedia y rehabilitación física, el tipo de zapato que se utilice puede influir significativamente en el alivio o agravamiento del dolor lumbar, dorsal o cervical. Por ello, expertos recomiendan adoptar un calzado ergonómico, con soporte adecuado y materiales que contribuyan a una mejor alineación postural.
Soporte y estabilidad, claves en el calzado
De acuerdo con el fisioterapeuta clínico ecuatoriano Daniel Palacios, el primer aspecto que debe considerarse es el soporte del arco plantar. “Un zapato sin soporte adecuado genera una mala distribución del peso corporal, afectando las curvaturas naturales de la columna”, señala.
Además, se enfatiza la importancia de una amortiguación eficiente, especialmente en el talón y la zona del metatarso. Esto permite absorber el impacto de cada paso, reduciendo el estrés en las articulaciones y vértebras.
Otra recomendación clave es que el zapato cuente con una base ligeramente elevada (entre 1 y 4 centímetros de tacón), evitando tanto los modelos completamente planos como los de tacón alto, que pueden desestabilizar la postura.
Calzados recomendados y ergonómicos para evitar dolores de columna
Para quienes ya padecen dolores crónicos, los especialistas sugieren el uso de zapatos ortopédicos o calzado deportivo con tecnología de soporte lumbar y de impacto. Marcas como Asics, New Balance, Brooks, Hoka One One y Vionic cuentan con modelos diseñados para aliviar tensiones articulares y mejorar la postura.
El calzado con plantillas personalizadas también es una alternativa recomendada en casos específicos. Estas deben ser prescritas por un podólogo o fisiatra, tras un análisis biomecánico de la marcha del paciente.
Entre los materiales sugeridos, se destacan aquellos que combinan flexibilidad moderada, buena transpiración y firmeza estructural, especialmente en el contrafuerte (parte trasera del zapato) y la suela.
Calzado que debes evitar si tienes problemas de columna
En contraste, los especialistas desaconsejan el uso de:
- Tacones altos (más de 5 cm): aumentan la curvatura lumbar y sobrecargan los músculos paravertebrales.
- Zapatos planos sin soporte (como balerinas o sandalias simples): no ofrecen amortiguación ni alineación adecuada.
- Chanclas o flip-flops: carecen de sujeción y estabilidad, generando desequilibrios al caminar.
- Zapatillas desgastadas o deformadas: pierden su capacidad de absorción y pueden generar lesiones compensatorias.
El mal uso de este tipo de calzado puede agravar condiciones como lumbalgia, hernias discales, ciática o escoliosis.
El calzado como herramienta preventiva
Los fisioterapeutas coinciden en que el calzado debe considerarse una herramienta preventiva y complementaria en el tratamiento de los dolores de columna. Aunque no reemplaza la fisioterapia ni la atención médica, sí puede mejorar la calidad de vida y reducir los episodios de dolor.
Además del calzado, se recomienda fortalecer la musculatura del core, realizar pausas activas durante la jornada laboral y evitar el sedentarismo prolongado.
Elegir el zapato adecuado es fundamental para quienes sufren de dolor en la columna. Invertir en calzado con soporte estructural, amortiguación y ergonomía no solo mejora la postura, sino que también previene complicaciones futuras. Ante cualquier molestia persistente, es crucial acudir a un especialista en salud postural o medicina física.