Suecia destinará 9.8 millones de dólares (equivalentes a 9 millones de euros) a la modernización de sus búnkeres, según anunció el gobierno este martes 1 de abril de 2025, en Estocolmo, como parte de un plan estratégico para fortalecer su capacidad defensiva frente a posibles amenazas en la región del mar Báltico y Europa del Este.
El gobierno sueco confirmó esta inversión como un paso clave dentro de su estrategia de defensa, que busca actualizar infraestructuras construidas durante la Guerra Fría. Los búnkeres, diseñados originalmente para proteger a la población de ataques aéreos y nucleares, serán renovados para adaptarse a estándares modernos de seguridad. La Agencia Sueca de Contingencias Civiles (MSB) supervisará el proyecto, que incluye mejoras en sistemas de ventilación y capacidad estructural.
Suecia: refuerzo ante tensiones regionales
La decisión se enmarca en un contexto de aumento del gasto militar en Suecia, que en 2024 alcanzó los 11.000 millones de dólares, duplicando las cifras de 2020, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Este incremento responde a las tensiones con Rusia, especialmente tras la invasión de Ucrania en 2022 y las actividades militares en el Báltico. Suecia, miembro de la OTAN desde marzo de 2024, busca garantizar la protección de sus 10 millones de habitantes.
El plan de modernización, que comenzará en 2025, tiene un costo anual estimado de 4 millones de dólares por los próximos años, según datos preliminares. Aunque no se han especificado cuántos búnkeres serán renovados, un informe de 2017 de la MSB indicó que las instalaciones actuales solo cubren a 7 millones de personas, dejando a parte de la población sin refugio adecuado.
Datos históricos y estratégicos
Durante la Guerra Fría, Suecia construyó más de 65.000 refugios subterráneos, algunos tan grandes como el Katarinaberget en Estocolmo, con capacidad para 20.000 personas. Tras décadas de desuso, el país retomó su interés en estas estructuras en 2018, ante el temor a una agresión rusa. La inversión de 9.8 millones de dólares se suma a otros proyectos, como la adquisición de tanques Leopard y el desarrollo de cazas de sexta generación, anunciados en 2025.
Este esfuerzo refleja la prioridad de Suecia por fortalecer su defensa civil y militar, alineándose con los objetivos de la OTAN de alcanzar un gasto del 2% del PIB, meta que ya superó en 2024. Los detalles del proyecto serán precisados en los próximos meses por el gobierno.