En la comunidad keto, los aceites vegetales como el de canola y girasol suelen ser señalados como perjudiciales. Esto debido a su alto contenido de omega-6 y su procesamiento industrial. Pero, ¿qué tan cierto es esto? Según investigaciones, los efectos de estos aceites en la dieta cetogénica, desmentimos mitos y ofrecemos opciones más alineadas con este estilo de vida.
¿Por qué la dieta keto rechaza estos aceites?
La dieta keto prioriza grasas saludables para mantener la cetosis, un estado metabólico donde el cuerpo quema grasa como fuente de energía. Aceites como el de canola y girasol, aunque económicos y versátiles, son ricos en ácidos grasos omega-6. Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition (2018), un exceso de omega-6 frente a omega-3 puede promover inflamación crónica, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. La proporción ideal omega-6:omega-3 es de 4:1 o menor, pero estos aceites suelen tener ratios de 20:1 o más, según datos de la Universidad de Maryland (2020).
Además, muchos aceites vegetales comerciales son altamente refinados, lo que implica procesos con calor y solventes que pueden generar compuestos oxidativos. Un análisis de la Universidad de São Paulo (2022) encontró que los aceites refinados de canola y girasol pierden antioxidantes naturales durante el procesamiento, lo que podría afectar negativamente la salud a largo plazo.
Alternativas saludables para la dieta keto
Para quienes siguen la dieta keto, existen opciones más adecuadas:
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Aceite de coco: Rico en triglicéridos de cadena media (MCT), que favorecen la cetosis, según un estudio en Nutrients (2021). Ideal para cocinar a altas temperaturas (punto de humo: 177 °C).
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Aceite de oliva extra virgen: Bajo en omega-6 y alto en grasas monoinsaturadas, recomendado por la Fundación Española del Corazón para uso en crudo o cocciones suaves.
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Mantequilla o ghee: Fuentes de grasas saturadas estables, aptas para freír y hornear, con un perfil lipídico compatible con keto.
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Aceite de aguacate: Con un punto de humo de 250 °C y rico en vitamina E, es perfecto para cocinar o aliñar, según Food Chemistry (2022).
Recomendaciones prácticas
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Evita aceites vegetales refinados como canola y girasol si sigues keto; opta por versiones prensadas en frío si los usas, ya que conservan más nutrientes.
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Prioriza grasas con bajo contenido de omega-6 y alta estabilidad térmica.
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Lee etiquetas para evitar aceites hidrogenados o con aditivos.
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Equilibra tu ingesta de omega-3 con fuentes como pescado graso o semillas de chía.
Aunque los aceites de canola y girasol no son inherentemente «malos», su alto contenido de omega-6 y procesamiento los hacen menos ideales para la dieta keto. Estudios sugieren que pueden contribuir a la inflamación si se consumen en exceso. Para keto, es mejor elegir aceites como el de coco, oliva o aguacate, que se alinean mejor con los objetivos de cetosis y salud general.